El hospital universitario Reina Sofía de Córdoba recuerda que el consumo de tabaco y alcohol son factores de riesgo para desarrollar un cáncer de cabeza y cuello en el Día Mundial de estos tumores, que se conmemora hoy para atraer la atención social acerca del cuidado, control y prevención de los mismos.

El cáncer de cabeza y el cuello está constituido por aquellos tumores localizados en la cavidad oral, la faringe, la laringe, las glándulas salivales, los senos paranasales y el cuello. Constituye uno de los tumores más frecuentes del organismo (el quinto), es casi dos veces más habitual en hombres que en mujeres y suele aparecer a partir de los 40 años.

Según explica la directora de la unidad de Cirugía Oral y Maxilofacial del hospital Reina Sofía, Alicia Dean, “los principales factores de riesgo de estos tumores son el consumo de tabaco y alcohol, pero en los últimos años ha aumentado su relación con la infección del virus del papiloma humano (HPV). En este sentido, añade “una persona que fuma 20 cigarrillos al día durante 20 años presenta 20 veces más riesgo de padecer este cáncer que un no fumador. Y lo mismo ocurre en bebedores crónicos de alcohol”.

Sólo en un tercio de los pacientes la enfermedad se detecta en estadios tempranos, por lo que la mayoría se diagnostica en estadios avanzados. De hecho, las tasas de curación de estos tumores están entre un 75 y un 90% en los casos en los que se diagnostica en estadios iniciales y entre un 40 y 50% en estadios avanzados.

Por ello es importante conocer los posibles síntomas de alerta. Estos síntomas pueden ser disfonías prolongadas, dificultad para tragar, úlceras de la boca que no curan o ‘bultos’ en el cuello, por lo que se recomienda consultar al médico lo antes posible si aparece alguno. Además, el diagnóstico de estos tumores puede ser sencillo, simplemente explorando la boca, la garganta o el cuello. La detección precoz es un factor clave en el pronóstico y para reducir las secuelas de los tratamientos en estadios avanzados, según explica el especialista de la unidad de Cirugía Oral y Maxilofacial del hospital, Rafael Arévalo.

Desde la creación del Comité, que se reúne una vez a la semana, cada paciente es valorado desde un punto de vista integral. Además, según destacan los especialistas de la unidad de Radiodiagnóstico del hospital, Manuel Ramos y Elisa Roldán, las reuniones permiten la interconexión entre todos los especialistas y una mayor implicación en el diagnóstico y seguimiento del paciente, mejorando a su vez los tiempos de estudio desde el propio servicio.

Tratamiento

Para ofrecer un tratamiento adecuado es fundamental que se realice un abordaje multidisciplinar. Por este motivo, el hospital creó hace doce años el Comité de Cáncer de Cabeza y Cuello (CCCC). Según destaca Dean, “el tratamiento consensuado en comités multidisciplinares permite incrementar y mejorar las tasas de curación y conseguir una mejor calidad de vida de nuestros pacientes”. La mayoría de los 2.500 pacientes valorados en el hospital Reina Sofía proceden de los servicios de Otorrinolaringología, Cirugía Oral y Maxilofacial, Oncología Radioterápica, Oncología Médica, pero también, aunque en menor número de los servicios de Dermatología y Neurocirugía.

Además, el tratamiento debe adecuarse al estadio, la locación de la enfermedad, al estado general de salud del paciente y puede incluir una o más opciones o métodos de tratamiento entre la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

Nuevas técnicas

En los últimos años el hospital Reina Sofía ha avanzado considerablemente en la incorporación de nuevas técnicas en diversas áreas asistenciales que han ayudado a la mejora en el abordaje de esta patología. Destaca por ejemplo la mejora en las técnicas quirúrgicas de autotrasplante de tejidos, que permiten realizar una reconstrucción lingual, mandibular o maxilar y que logran recuperar la funcionalidad de los órganos resecados.

Otra de las áreas de mejora ha sido la incorporación de la planificación virtual por ordenador, diseño por ordenador (CAD-CAM) y navegación quirúrgica, que han hecho que la cirugía en este tipo de pacientes sea más precisa, previsible y segura.

En el área de Otorrinolaringología, el especialista José Gutiérrez destaca los avances en quimioterapia y radioterapia, que pueden evitar la realización de cirugías en ocasiones agresivas, con similares tasas de curación. Asimismo, indica que el diagnóstico precoz y la utilización de la cirugía transoral con láser, ha supuesto un gran avance en el tratamiento del cáncer de laringe en estadios iniciales.

Por otro lado, en el servicio de Oncología Radioterápica destaca el desarrollo de las técnicas de radioterapia externa (VMAT/IMRT) guiadas por la imagen (IGRT), según apunta la especialista de la unidad, María Espinosa, “que han contribuido a realizar tratamientos mucho más precisos y complejos y con menor toxicidad crónica”.

También en el servicio de Medicina Nuclear, según la especialista María Dolores Albalá, “el PET/TAC ha supuesto un avance importante en la estadificación inicial, en la detección de metástasis y segundos tumores, en la valoración de respuesta al tratamiento y en el diagnóstico de recidivas”. Además, la puesta en marcha de la técnica del ganglio centinela en el hospital ha supuesto además un nuevo avance en estos tumores reduciendo el tiempo de cirugía y la morbilidad en casos seleccionados.

Desde el punto de vista del diagnóstico por la imagen, la adquisición de nuevos equipos de resonancia magnética, ha contribuido a un diagnóstico mucho más preciso de la lesión primaria y de su extensión tumoral, según destacan los especialistas del servicio de Radiodiagnóstico, Elisa Roldán y Manuel Ramos.

Por último, el oncólogo médico del hospital, Ignacio Porras, apunta el avance que se ha producido en los últimos años en el campo de la investigación de la mano de la inmunoterapia, “que abre la posibilidad de nuevos tratamientos para pacientes que antes eran considerados resistentes a los esquemas clásicos”.