Olga tenía un meningioma, tumor que se da con más frecuencia en las mujeres. En el caso de esta paciente, estaba localizado en los nervios del olfato en el cerebro y media casi 4 centímetros. Le había provocado la pérdida de olfato y un aumento de la presión dentro del cráneo, que se manifestaba con dolores de cabeza. De no haberse operado, el tumor se hubiera ido haciendo más grande hasta producir problemas cognitivos y visuales irreversibles, ya que suele crecer hacia arriba, entre ambos lóbulos frontales del cerebro, lo que hace difícil su extirpación sin manipular el cerebro sano. El tumor que presentaba Olga, pendiente de que se confirmen los resultados, estaba en un estado inicial (de los tres grados que existen) y su incidencia anual es de 6 a 8 casos por cada 100.000 habitantes.