El hospital Cruz Roja de Córdoba hospital Cruz Roja ha implantado el Código Ictus, con el que asegura podrá ofrecer una atención óptima y con todas las garantías de éxito al paciente con ictus agudo. En una nota, el centro explica que con el equipo de profesionales multidisciplinar y con las salas de radiología -incluyendo resonancia magnética craneal- disponible 24 horas al día, el hospital Cruz Roja de Córdoba podrá ofrecer una atención adecuada para estos casos. Debido a que el ictus es una patología tiempo-dependiente -"el tiempo es cerebro"- es fundamental reducir el tiempo entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico confirmatorio de ictus para poder administrar un tratamiento urgente.

En este sentido, el hospital Cruz Roja cumple con todos los requisitos, como por ejemplo, la cercanía y dispone en una misma planta de la sala de TAC - resonancia magnética y UCI- que se encuentra justo al lado del servicio de Urgencias.

El Código Ictus es un procedimiento que se pone en marcha cuando se detecta alguno de los signos o síntomas de ictus en una persona. Es un Plan de actuación para tratar de manera urgente y eficaz al paciente con ictus, para de esa manera reducir la mortalidad y el grado de secuelas de estos pacientes.

El objetivo principal del código ictus es reducir el tiempo que pasa desde el inicio de los síntomas neurológicos hasta que el paciente recibe un tratamiento específico con trombolisis. No olvidemos que el ictus es una patología tiempo-dependiente y en cada minuto que transcurre sin tratamiento se pueden perder 2 millones de neuronas. Cuando se activa el Código Ictus, los servicios de emergencias (061, SUAP o transporte de aseguradoras) tienen el objetivo de trasladar en el menor tiempo posible al paciente al hospital más cercano, donde se pueda ofrecer un tratamiento urgente eficaz.

El médico de emergencias de la ambulancia avisa al médico de UCI va a recibir al Código Ictus para preparar el circuito urgente, con el objetivo de trasladar en el menor tiempo posible al paciente con ictus a la sala de TAC craneal.

En el mismo TAC, el médico de guardia en coordinación con el neurólogo decide el tratamiento que se debe aplicar al paciente tras ser valoradas las imágenes del TAC craneal por parte del radiólogo.