La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha destacado hoy el papel que desarrollan los cerca de 9.000 profesionales de las más de 3.800 oficinas de farmacias de Andalucía que “ejercen de agentes de salud de la comunidad hasta en el lugar más apartado de Andalucía, suponiendo un gran recurso para cualquier sociedad que se quiera comprometer con la salud de su población”. Así lo ha expresado en Córdoba, durante la inauguración de las VI Jornadas Farmacéutica Andaluzas, a la que acuden más de 300 profesionales farmacéuticos.

La consejera ha puesto también el énfasis en la contribución de estos profesionales en el buen uso de los antimicrobianos como medio de prevención de las resistencias antibióticas. De este modo, ha puesto en valor que la adhesión del Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos al Programa Integral de Prevención y Control de las Infecciones relacionadas con la Asistencia Sanitaria y uso apropiado de los Antimicrobianos (Pirasoa) de la Consejería de Salud, felicitando al consejo por el reconocimiento nacional recibido por la campaña de concienciación y prevención que ha impulsado la farmacia andaluza, una iniciativa que ha premiado el periódico especializado Correo Farmacéutico como una de las Mejores Iniciativas Farmacéuticas en el 2017.

Asimismo, ha felicitado a la corporación farmacéutica por el premio que le ha otorgado la Escuela Andaluza de Salud Pública al proyecto de Asistencia en Nuevos Medicamentos, (2017) para el acompañamiento a pacientes que tienen prescrito un nuevo medicamento de uso crónico, como una de las mejores “Iniciativas de alfabetización a pacientes en materia de salud”.

Álvarez ha considerado que estas acciones responden al compromiso de la Farmacia Comunitaria para mejorar la atención a los pacientes, adecuándose a las nuevas necesidades sociosanitarias, “apostando por la profesionalidad, la práctica asistencial y el trabajo colaborativo con otros profesionales sanitarios”. Este compromiso se ha plasmado en la Declaración de Córdoba, que se ha traducido en una gran legitimidad social para la farmacia andaluza, como agente imprescindible para el cuidado de la salud.

Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, Antonio Mingorance, ha aprovechado esta cita para pedir a las administraciones la “valentía” para afrontar las innovaciones que necesita el sistema sanitario y para incorporar a las farmacias a esos retos. Mingorance apostó por “implicar a las farmacias en la prevención, diagnóstico precoz y mejora de la adherencia de los pacientes crónicos”, de acuerdo a la declaración promovida por la farmacia española en Córdoba hace justamente cuatro años.

El presidente de los farmacéuticos andaluces indicó que el principal punto de desencuentro entre las oficinas de farmacia de la región y la Consejería de Salud está en las subastas de medicamentos, “ya que no representan las fórmulas nuevas que necesitamos para los nuevos retos y ponen además a los farmacéuticos andaluces en situación de desigualdad con respecto a los de otras comunidades autónomas”.

Mingorance remarcó la necesidad de que la Consejería de Salud apueste por “programas e iniciativas realmente innovadoras, como en su momento fueron las políticas de prescripción por principio activo o la receta electrónica”, en las que Andalucía fue pionera, y ha ofrecido la disposición de las farmacias andaluzas para poner en marcha esas novedades que necesita hoy el sistema sanitario.