Elena Quiles, vocal de la Asociación de Celiacos de Córdoba (Aceco), supo hace diez años que era celiaca, a los 31 años, y ahora tiene 41. Natural de Córdoba, aunque vive en Palma del Río, cuenta que hasta que supo lo que le pasaba llevaba dos años que todas las comidas le sentaban mal, con muchas molestias, y se quedó en 47 kilos. Le hicieron pruebas, pero sin saber qué le ocurría, llegando al punto que hubo algún especialista que pensó que necesitaba ayuda psicológica. Cambió de médico y el doctor Joaquín Altolaguirre, especialista en digestivo, fue el que con una analítica le diagnosticó la celiaquía.

Tras la jubilación de este doctor, Elena ha optado ahora por realizarse la revisión anual con el doctor Sergio Navarro en el hospital Quirónsalud Córdoba, donde le efectúan una analítica y una biopsia. «Mi vida cambió totalmente desde el 9 de febrero del 2009, día que recibí de este médico el diagnóstico. Al principio no sabía cómo comer fuera o viajar, porque pensaba que no iba a encontrar tiendas o restaurantes donde vendieran o sirvieran comida sin gluten. Pero poco a poco, gracias a la concienciación que desde la Federación de Asociación de Celiacos (FACE) y desde nuestra propia asociación se lleva realizando hace años sobre la necesidad de que existan restaurantes, comedores escolares y más productos sin gluten en los supermercados, somos cada vez más los celiacos que nos atrevemos a viajar y a salir fuera de casa, porque existe mucha información en internet sobre los lugares donde venden productos sin gluten y sirven platos que podemos comer», apunta Elena.

«Aquí en Palma del Río hay un obrador que me dispensa a diario pan sin gluten. También hay carnicerías que venden flamenquines o croquetas sin gluten, empresas que elaboran chacinas que podemos comer y bares que sirven cerveza sin gluten. En mi casa, mi marido y mis niñas comen lo mismo que yo, porque se puede seguir esta dieta y alimentarse de forma sana. Se han acostumbrado y supone menos complicación para las comidas principales. Aunque ellos tres también consumen productos con gluten, que guardo en un lugar diferenciado», añade la vocal de Aceco.

Elena reclama que el avance que queda por lograr, después de que la hostelería esté obligada a indicar si un plato contiene gluten, es que se baje el precio de los alimentos aptos para celiacos, que llegan a costar el triple que los similares con gluten. Quiles aconseja que los numerosos cordobeses que son celiacos se asocien a Aceco (teléfono 646015451), colectivo que agrupa a más de cien socios y que vela por sus derechos.