El neumólogo Marcos García Rueda es el nuevo director del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA). El doctor García Rueda ejerce como especialista en Neumología en el Hospital Regional de Málaga, centro en el que es responsable de la unidad contra el tabaco. Este especialista es miembro del grupo de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Ha sido coordinador del grupo de tabaquismo de Neumosur y miembro de la red de formadores del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía.

-El Ministerio de Sanidad financia desde el 1 de enero dos medicamentos, bupropion y vareniclina (Champix), para ayudar a dejar de fumar a pacientes que cumplan unos requisitos. ¿Qué porcentaje de población fuma en Córdoba?

-En Córdoba el porcentaje de población fumadora se sitúa en un 25,5%. Si se estudian las provincias andaluzas, Córdoba se sitúa en una zona media en cuanto a fumadores, mientras que Cádiz es la que menos fumadores tiene y Málaga, la provincia que más. En Andalucía, por sexos, fuma el 31,4 % de los hombres y el 24,6 % de mujeres. De la población que fuma, no toda se plantea dejar de fumar o tampoco se pone fecha para probar a deshabituarse, por lo que este grupo no tendría indicación de poder recibir esta medicación.

-¿Qué daños causa el tabaquismo?

-El tabaquismo está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica de carácter adictivo y recidivante. El tabaquismo es la primera causa evitable de muerte en Andalucía. Todos los profesionales sanitarios están obligados a diagnosticar y tratar correctamente a los fumadores para ayudarles a dejar de serlo.

-Coincidiendo con el inicio de cada año muchos fumadores se plantean dejar el hábito tabáquico, pero ¿qué personas fumadoras podrán beneficiarse de la financiación del bupropion y de la vareniclina?

-La prescripción de estos medicamentos se hará a personas fumadoras que tengan motivación expresa de dejar de fumar, intención que se pueda constatar con un intento de dejar de fumar en el último año, y aquellas personas que fumen diez cigarrillos o más al día y que tengan además un alto nivel de dependencia, calificado por el test de Fagerström, con una puntuación de 7 o superior hasta llegar a 10. El tratamiento farmacológico para dejar de fumar no consiste solo en pastillas. Para realizar la prescripción del medicamento los pacientes deben estar incluidos en un programa de apoyo (individual o grupal o de ambos tipos) de deshabituación tabáquica. El tratamiento para dejar de fumar que actualmente se considera de elección, según el mayor grado de evidencia científica disponible, debe de constar de un componente psicológico, junto con tratamiento farmacológico asociado.

-¿Qué especialista podrá recetar estos tratamientos?

-Podrá hacerlo aquel médico que atienda a una persona fumadora que reúna los criterios de prescripción previamente descritos. Para realizar la prescripción del medicamento los pacientes deben estar incluidos en un programa de apoyo (individual-grupal) de deshabituación tabáquica. En Andalucía la mayoría de esos médicos serán de atención primaria, que son los que atienden de forma más general a la población fumadora, aunque también especialistas de los hospitales.

-¿Cuántos intentos de dejar de fumar financiará la sanidad pública?

-Sanidad financiará un intento anual por paciente para dejar de fumar con apoyo farmacológico. La dispensación de este medicamento se realizará por el modelo de receta electrónica del Sistema Nacional de Salud. Antes de proceder a la indicación del tratamiento, se deberá justificar que se cumplen todos los criterios de indicación, así como que no se cumplen las contraindicaciones, y reflejar tal hecho por escrito dentro de la historia clínica electrónica de la persona fumadora. Cada prescripción se realizará por un envase, lo que equivale a un mes de tratamiento, debiéndose valorar la evolución de la efectividad de la medicación con carácter previo a la emisión de la siguiente receta. En las visitas sucesivas, previa a la siguiente prescripción, se comprobará la no aparición de efectos adversos que indiquen la interrupción del tratamiento o modificación de la posología. Esto es especialmente importante en fármacos como el bupropion.

-¿Qué propiedades tienen estos dos medicamentos?

-Son unos medicamentos muy costo-efectivos y muy seguros desde hace mucho tiempo. Los especialistas en la lucha contra el tabaquismo anhelábamos la financiación de estos tratamientos. El Ministerio de Sanidad finalmente ha dado el paso hacia adelante de financiar estos dos medicamentos, aunque de momento para este año ha puesto una serie de límites antes citados, de cara a la prescripción, por lo que solo se financiará cuando se cumplan los criterios antes mencionados. Para la vareniclina se ha puesto un tiempo máximo de doce semanas y para el bupropion un tope de nueve semanas. Y solo se puede prescribir mes a mes.

-¿Cómo actúan los tratamientos contra el síndrome de abstinencia?

-El tratamiento para dejar de fumar lo solemos utilizar en las primera semanas en que la persona deja de fumar porque es cuando el síndrome de abstinencia ataca más. La dependencia física del tabaco se mide muy bien por el test de Fagerström. El síndrome de abstinencia causa más del 90% de recaídas. Una persona quiere dejar de fumar, pero la mayoría de las veces que no lo consigue es por el síndrome de abstinencia. Por lo que si nosotros controlamos ese síndrome le quitamos muchas posibilidades a la persona que quiere dejar de fumar de abandonar el intento.

-Junto a los médicos, ¿qué profesionales aportan su trabajo en la lucha contra el tabaquismo en la sanidad pública?

-Están profesionales de enfermería, de farmacias, entre otros, para que alrededor del paciente que quiere dejar de fumar exista un circuito que instaure de forma más sencilla todo el apoyo a ese paciente. Porque contra el tabaquismo la medicación es una herramienta importante, pero dejar de fumar conlleva cambios de estilo de vida, de control de estímulos, establecer un hogar libre de humos, cambios en cómo afrontar las relaciones con otras personas y de cómo eliminar las ideas erróneas sobre su consumo.

-¿En qué casos se financiará el bupropion o la vareniclina?

-Se elegirá en función del criterio del médico, aunque por mi experiencia, seguramente se indicará mucho más la vareniclina (Champix), porque es mejor medicación y tiene mayor tasa de éxito. Aunque el bupropion tendrá también sus indicaciones.

-¿La Consejería de Salud y Familias de la Junta ve positivo que se financien estos medicamentos?

-Sí, porque es una herramienta que posibilita al profesional de la salud incidir más en hábitos saludables, que permitan a las personas que puedan estar sin fumar y que el síndrome de abstinencia le perjudique menos. Cuando se interrumpe el consumo de tabaco, el síndrome de abstinencia causa irritabilidad, ansiedad, impaciencia, dificultad para concentrarse, agresividad. Si se atenúa esa sensación es más fácil dejar de fumar. Pero para ello la persona tiene que querer dejar de fumar y formar parte de un programa que le ayude a cómo hacer su hogar libre de humo, cómo proceder cuando le dé ganas de fumar o cómo controlar el peso.

-¿Suele haber más candidatos que candidatas para intentar dejar de fumar?

-De entrada debe ser igual. Aún hay más hombres que mujeres que fuman, pero la incidencia ha crecido en la mujer. Estamos ante una oportunidad de ayudar a dejar de fumar a muchas personas y a que mejore su salud.