El censo activo de donantes de sangre de Córdoba está cada año más envejecido (de forma similar a lo que ocurre en toda Andalucía), pues a pesar de que anualmente se registran en Córdoba más de 2.500 donantes de sangre nuevos, esa cifra necesitaría incrementarse, sobre todo gracias a la incorporación de jóvenes que donasen de forma habitual para ir supliendo las jubilaciones de colaboradores con la donación de sangre más veteranos. El coordinador de los equipos móviles del Centro de Transfusión de Córdoba, Pedro de Torres, precisa que de las 18.481 personas que donaron sangre el año pasado, el 54% de las mismas tiene entre 41 y 65 años y el 46% restante entre 18 y 40 años. Sin embargo, hace 12 años, en el 2006, el 62% de los donantes de sangre tenía entre 18 y 40 años, por lo que el descenso de 16 puntos en el número de donantes más jóvenes es lo que preocupa y trata de contrarrestar el Centro de Transfusión.

Solo uno de cada cinco cordobeses que puede donar sangre lo hace. Sin embargo, frente a esa baja proporción, existen jóvenes cordobeses que recién cumplidos los 18 años se animan a donar sangre, pues el requisito para poder contribuir con este gesto solidario es tener entre 18 y 65 años, además de gozar de buena salud. En el primer semestre de este año el Centro de Transfusión ha contabilizado 1.376 donantes nuevos.

El relevo

Entre esos donantes nuevos está Pedro Antonio Toro, de 19 años, que acudió la semana pasada a donar por primera vez a la sede del Centro de Transfusión, junto a dos amigos suyos (Ángel Serrano y Marta López), que también tienen la misma edad y son scouts como él en el grupo Altair. Pedro Antonio fue a donar cuando se enteró que sus amigos iban a hacerlo. Este joven estudiante de ingeniería industrial confiesa que al principio estaba algo nervioso, pero que se le pasó enseguida al comprobar que donar es algo indoloro y rápido, por lo que repetirá experiencia. Su amiga Marta López comenzará este año los estudios de Medicina, tras haber hecho un año de Enfermería, y la donación del otro día fue la tercera. Marta quiso donar por primera vez justo al cumplir los 18 años y luego repitió donación cuando un equipo del Centro de Transfusión acudió a su facultad. Esta joven tiene en su móvil la aplicación que indica qué grupos sanguíneos se encuentran deficitarios y la necesidad de reservas. Por eso, resalta que los jóvenes «debemos concienciarnos de que debemos donar sangre para ayudar a cualquier persona que lo necesite». Por su parte, Ángel Serrano, que lleva donando sangre desde que cumplió los 18 años, lleva la solidaridad en los genes, ya que su abuelo, José Serrano, fue uno de los fundadores de la asociación-hermandad de donantes de sangre de Córdoba, y sus padres Agustín y María Paz, así como su hermano también son donantes. «Donar no duele, solo es un pequeño pinchazo y cuando lo haces te sientes muy bien porque sabes que ayudas a personas que lo necesitan».

Para reconocer la generosidad de quienes donan sangre con asiduidad, el Centro de Transfusión, en colaboración con la asociación-hermandad de donantes de sangre, celebra a lo largo del año actos de homenaje en distintos puntos de la provincia. El primero de estos homenajes se ha celebrado este año en Villanueva del Duque y luego continuarán en Pozoblanco, Alcaracejos o Castro del Río. En Villanueva del Duque se reconoció a los alumnos del colegio Rogelio Fernandez por el proyecto #donantesvilladuqueños, que ha logrado. el primer puesto en los premios nacionales Educactividad, de la editorial Santillana. El galardón reconoce los proyectos docentes, en este caso el promovido por el maestro Gerardo Dueñas, que abran nuevos caminos pedagógicos y desarrollen nuevas técnicas o métodos para enseñar. Y, por otro lado, fueron distinguidos doce donantes con diplomas de honor, cruz de oro y gran donante andaluz.