Las cuatro unidades de estancia diurna de Fepamic han vuelto a recibir a sus usuarios. Esta semana han abierto sus puertas después de más de tres meses, tanto usuarios como trabajadores han mostrado su emoción en el reencuentro. La incorporación será de forma gradual y la dirección de la entidad prevé que al menos el noventa por ciento de los usuarios que asistían a los centros antes de la crisis sanitaria volverán a sus rutinas y terapias.

Para afrontar esta nueva normalidad, Fepamic ha reorganizado las salas de atención a sus usuarios para guardar la distancia de seguridad y no superar el aforo permitido en sus cuatro unidades de estancia diurna (tres para personas con discapacidad en Córdoba, Lucena y Fernán Núñez y el centro de mayores Azahara). También se formarán grupos de usuarios para la utilización de estas salas y la asistencia a talleres, cada grupo será atendido preferentemente por los mismos trabajadores. Asimismo, se han reestructurado los turnos de desayuno y almuerzo.

La responsable de la unidad de estancia diurna de Córdoba, María del Mar Torres, señala que el objetivo es seguir la misma rutina de actividades que antes de la crisis sanitaria: “aunque hemos modificado la composición de los grupos de trabajo y las estancias donde se realizan, seguiremos promoviendo las relaciones interpersonales, tan mermadas en este confinamiento, pero con las medidas de seguridad establecidas”. También indica que se reforzará la rehabilitación y la terapia ocupacional “para responder a la necesidad de estimulación física”.

La labor diaria de los centros se ha adaptado para garantizar la salud de todos, “pero eso no significa que perdamos nuestra esencia, nuestra alegría, nuestras ganas de darlo todo”, puntualiza María del Mar Torres. En cuanto a los protocolos de prevención y seguridad de los trabajadores explica que “los EPI siempre han formado parte de nuestro trabajo, pero se han incorporado el uso obligatorio de mascarillas, pantallas, batas impermeables, gel hidroalcohólico, entre otros.