La provincia de Córdoba necesitará incorporar en la próxima década a más de mil médicos a la sanidad pública y privada para poder afrontar las masivas jubilaciones que se prevén, apuntan desde el Colegio de Médicos, Sindicato Médico y desde otros colectivos como la plataforma de médicos y pediatras de atención primaria Basta Ya, ya que casi un 40% de los facultativos colegiados tenía entre 55 y 69 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del 2018. En concreto, el estudio del INE recoge que 1.254 doctores colegiados cordobeses (sumando los que ejercen en la sanidad pública y privada) están entre los 55 y los 64 años, mientras que otros 271 se sitúan entre los 65 y los 69 años, por lo que 1.525 galenos en total se jubilarán a lo largo de la próxima década.

Para hacer frente a esta situación en el ámbito público, la Consejería de Salud y Familias está adoptando medidas que tratan de posibilitar la incorporación de más doctores a los centros sanitarios, ya que durante los años de la crisis dejaron de cubrirse numerosas plazas de personal médico que se jubilaba y también desaparecieron puestos, al darse por amortizados, denuncian fuentes sindicales, lo que ha venido generando sobrecarga laboral en los médicos que están en ejercicio, ya que suelen hacer con demasiada frecuencia su trabajo y el de algún doctor cuya ausencia (por baja, vacaciones u otros motivos) no se suple. Estas mismas fuentes critican que igualmente durante la crisis se ofertaron menos plazas para formar médicos internos residentes en la región (hasta un 25% menos) y eso ha repercutido a su vez en la reducción de plantillas de algunos centros sanitarios.

Durante los últimos años se ha producido igualmente una fuga de batas blancas a otras regiones y países. Un éxodo laboral protagonizado no solo por médicos, sino también por profesionales de la sanidad de otras categorías. El nuevo Gobierno de la Junta quiere revertir esa marcha de sanitarios fuera de Andalucía, ofreciendo desde marzo contratos de mayor duración, de hasta seis meses, a más de 5.700 profesionales de varias categorías sanitarias, de los que un 17% licenciados sanitarios, en su mayoría médicos. El propósito de Salud es reducir al mínimo los contratos de menor duración, que el Ejecutivo autonómico asegura que solo se harán por necesidades específicas del servicio (vacaciones, bajas por enfermedad, por riesgo para el embarazo, por ausencias reglamentarias de corta duración o circunstancias similares; así como la sustitución de los contratos de eventuales estructurales por aquellos contratos que deberían haber sido de interinos sustitutos o interinos en plazas vacantes.

Al margen de esta iniciativa, para evitar que las plantillas médicas sigan disminuyendo al jubilarse más galenos de los que se incorporan en su lugar, el Servicio Andaluz de Salud aprobó una normativa (acordada en mesa sectorial con los sindicatos), que entró en vigor a finales de abril, por la que los médicos de atención primaria y especializada de la sanidad pública tienen posibilidad desde ahora y hasta el 2030 de alargar su vida laboral de forma voluntaria hasta los 70 años, en lugar de jubilarse a los 65.

Según la Junta, la medida quiere ser efectiva especialmente en las zonas, puestos y especialidades de difícil cobertura y que podrán acogerse a la misma casi 7.800 trabajadores en Andalucía de aquí al 2030. En Córdoba optan a acogerse a esta decisión voluntaria en la próxima década algo más de 800 titulados en Ciencias de la Salud en Córdoba, en su mayoría médicos de atención primaria y facultativos especialistas de área, además de pediatras, veterinarios y farmacéuticos.