El juzgado de primera instancia número 19 de Málaga ha dictado una sentencia que estima parcialmente la demanda presentada por la cordobesa Nuria Expósito, que ahora tiene 36 años, y que condena a una aseguradora médica a indemnizarla con la cantidad de 199.316 euros por los daños causados tras un parto en un hospital privado de la capital de la Costa del Sol.

La demandante tenía un seguro privado porque es profesora de educación Primaria y eligió ese hospital, porque era el que le correspondía en base a esa aseguradora.

Dada las contracciones que presentaba se decidió su ingreso en el hospital privado y a las 21.30 horas del 26 de febrero del 2016 dio a luz a su hijo por parto natural, según recoge la sentencia facilitada por el abogado de El Defensor del Paciente Damián Vázquez, asociación que ha representado en este caso a la mujer. La sentencia no es firme y ya ha sido recurrida por la aseguradora ante la Audiencia Provincial de Málaga, por lo que de momento la demandante no ha recibido indemnización alguna.

En la sentencia se recoge que esta paciente, tras dar a luz comenzó a tener sensación de frío constante, acompañado de temblores e incluso se desmayó, perdiendo la consciencia durante dos minutos. Tras este episodio salió un gran coágulo de sangre y posteriormente presentó un fuerte dolor abdominal, en la fosa ilíaca izquierda, diagnosticándola de cólico nefrítico. Nuria apunta que ya había sufrido cólicos nefríticos, por lo que sabía que eso no era lo que le ocurría, pues el dolor persistía demasiado tiempo.

Diagnóstico de sepsis

El fallo de este juzgado añade que el ginecólogo que atendió a la mujer no dio mayor importancia a su situación clínica. Un día después recibió la visita del urólogo, que prescribió que le realizaran un TAC cuando lo que en realidad le hicieron fue una ecografía del aparato urinario.

Al persistir la situación, las enfermeras avisaron al doctor, quien, sin visitar a la paciente, prescribió la realización de una analítica de sangre y orina, arrojando unos resultados fuera de la normalidad. El facultativo con los resultados de la analítica presentes estableció un diagnóstico de sepsis grave de origen abdominal, posible apendicitis.

Se volvió a solicitar por los facultativos un TAC abdominal, que tampoco se realizó, indica la sentencia, porque el aparato TAC estaba estropeado desde días antes, por lo que fue trasladada en ambulancia a otro hospital privado de Málaga, donde fue ingresada en la UCI.

"Pensaba que me moría"

”Camino de ese otro hospital yo pensaba que me moría. No hacía más que pensar que no vería más a mi hijo, ni a mi marido y seres queridos”, relata esta cordobesa.

El Defensor del Paciente añade que la paciente tuvo que ser intervenida de urgencia, operación en la que se le extirpó el útero, la trompa de falopio izquierda y el ovario derecho, constatándose además la presencia de bacterias que le provocaron otras secuelas, como la necrosis de varios dedos del pie.

Nuria narra que si me hubieran hecho el TAC, que no llegó a practicarse al estar el equipo roto, se hubiera comprobado que lo que me ocurría no era una apendicitis. En 48 horas la infección que tenía se empezó a extender a varios órganos y a la sangre, "pero si me hubieran podido poner el antibiótico a tiempo no estaría así".

Nuria Expósito, la cordobesa que ha presentado la demanda. Foto: CÓRDOBA

Coma inducido

Al final, Nuria tras ser intervenida para extraerle el útero, la trompa de Falopio izquierda y el ovario derecho permaneció en coma inducido y no despertó hasta el 8 de marzo, aunque el alta definitiva no la recibió hasta primeros de abril, pues en días posteriores tuvieron que amputarle tres dedos del pie izquierdo igualmente como consecuencia de la infección.

“Daría los 200.000 euros que la sentencia me reconoce de inmdenización para encontrarme como antes del parto. No pude disfrutar de mi baja maternal. Ese tiempo lo pasé metida en hospitales, sometiéndome a varias intervenciones (porque también me han tenido que hacer varios injertos de piel, se me produjo un derrame de pleura además) y en rehabilitación.

A pesar de lo vivido, Nuria se siente fuerte y decidió, que por su hijo Daniel (que ya tiene 3 años) y por ella, tenía que valerse por sí misma, aunque ya no ande como antes y no pueda volver a tener hijos, debido a lo que sucedió.

Conclusión de la sentencia

La sentencia reconoce la existencia de varias negligencias médicas, compartiendo los argumentos de la demanda presentada, dice la asociación, apuntando que reconoce la demora, dolor continuado tras el parto que no cedió por analgésicos, omisión de medios diagnósticos y mala praxis médica.

El fallo judicial concluye la existencia de un daño imputable a una conducta negligente del sistema de organización del hospital, de su personal facultativo, como determinante del retraso en un diagnostico y agravamiento del cuadro infeccioso, del que debe responder la demandada.