La Consejería de Salud y Familias, con motivo del día mundial de concienciación sobre el virus del papiloma humano (VHP), recordó ayer la importancia de recibir la vacuna gratuita incluida en el calendario de la sanidad pública andaluza contra este virus, inmunización que se puede solicitar en cualquier centro de salud, para que estén inmunizadas todas las chicas entre 12 y 18 años. Además de recomendar la vacunación a las chicas de 12 años (son dos dosis con un intervalo mínimo de seis meses), Salud extiende este consejo a jóvenes de 13 a 18 años que no se hayan puesto nunca esta vacuna o que les falte alguna dosis. El especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública del hospital Reina Sofía José Luis Barranco apuntó que la vacunación frente al VHP se ha ampliado a su vez a mujeres que presentan lesiones de cérvix que pueden evolucionar a la malignidad, en pacientes con infección de VIH o que realicen prácticas sexuales de riesgo y mujeres que han sido trasplantadas de un órgano sólido o médula ósea.

Por su parte, el especialista en Ginecología y Obstetricia del Reina Sofía José Ángel Montserrat recalcó que el virus del papiloma humano puede provocar enfermedades benignas (verrugas genitales) y otras malignas (cáncer de cuello de útero, vagina, vulva, ano, pene y también cánceres en la zona de garganta y boca). «Estos virus provocan unas lesiones que pueden ser de tipo precanceroso y que pueden ser diagnosticadas y tratadas por un especialista en ginecología en consulta. Los métodos que contamos para el diagnóstico temprano del virus del papiloma son la citología y el test de VPH. Hoy en día se cuenta con una vacuna que es efectiva y segura para tratar y evitar que el virus provoque esas lesiones. En aquellos países donde hay una buena cobertura de vacunación y de diagnóstico precoz, como por ejemplo Australia, se estima que para el 2035 no va a existir este cáncer o que raramente afectará a alguna persona. De ahí, que se aconsejen las revisiones con el ginecólogo y la vacuna preventiva», añadió Montserrat. El cáncer de cérvix (de cuello de útero) es el segundo más frecuente en las mujeres jóvenes.