Unas tres mil personas solicitaron ayuda en Córdoba durante el año pasado al Teléfono de la Esperanza, cuyos voluntarios realizan las 24 horas del día y los doce meses del año acciones de sensibilización y de prevención del suicidio, lo que permite que muchas personas decidan darle otra oportunidad a la vida, señala la delegada de este teléfono en Córdoba, Josefina Santos.

Con motivo de la conmemoración hoy del día internacional de la prevención del suicidio los voluntarios del Teléfono de la Esperanza han instalado, con el lema “Da palabra al dolor”, una mesa informativa en el bulevar del Gran Capitán y esta tarde, a las 20.00 horas, en la plaza de Cañero número 31, donde tienen su sede, se realizará un acto, a cargo de la asociación Alma poética, con el que se trasladará apoyo a todas aquellas personas que se encuentran en situación de sufrimiento psicológico intenso y encuentran en las palabras de los voluntarios de este teléfono una vía para recuperarse. En dicho acto se recordará a su vez a las personas fallecidas.

Contacto telefónico

El Teléfono de la Esperanza cuenta con un teléfono en Córdoba, 957470195, y también existe otro contacto a nivel nacional, 717003717. Cuenta con unos 20 voluntarios, aunque necesitaría más y también más apoyo de profesionales sanitarios. Cuando se encuentran ante una llamada crítica el Teléfono de la Esperanza colabora estrechamente con el servicio 112 de emergencias.

Perfil de los demandantes

Josefina Santos resalta que en los cinco años que el Teléfono de la Esperanza cuenta con sede en Córdoba se ha ido incrementando progresivamente el número de llamadas. “Las que más nos piden ayuda son mujeres de mediana edad, de entre 40 y 60 años, aunque también cada vez más hombres. Sin embargo, el perfil socioeconómico de quienes nos llaman es muy variable, pues los demandantes poseen tanto un nivel adquisitivo alto como bajo y algunos carecen de trabajo, pero otros sí lo tienen. Te puedes encontrar a personas solas, algunas de avanzada edad. Otras que se sienten excluidas o poco escuchadas por sus familias o que no tienen familiares y también hay adolescentes y jóvenes que no se atreven a hablar con sus padres”, indica la delegada del Teléfono de la Esperanza.

Relevancia del suicidio

Josefina Santos recuerda que el suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo, por encima de homicidios, guerras o accidentes de tráfico y recalca que expertos de todo el mundo reconocen que hablar correctamente sobre el suicidio no lo provoca, sino que lo previene.

Voluntarios del Teléfono de la Esperanza, en la mesa informativa. Foto: FRANCISCO GONZÁLEZ

Santos también aboga por que las administraciones destinen suficientes recursos a la atención de la salud mental, que es un factor de riesgo crucial en este tipo de sucesos, y por la implantación de un plan nacional de prevención del suicidio, con recursos suficientes como los que tienen los programas de prevención de los accidentes de tráfico o de prevención de la violencia de género.

El Teléfono de la Esperanza ayuda a paliar el sufrimiento psicológico a través de distintas formas de intervención. En primer lugar, mediante la atención y acompañamiento telefónico, y a continuación, a través de la intervención individual en su sede, previa cita, con profesionales del ámbito sanitario y psicosocial, la acción mediante grupos terapéuticos y de desarrollo personal y las campañas dirigidas a sensibilizar o promover la transformación social desde su ámbito de actuación.