Un 20% de la población de Córdoba de más de 65 años ha sufrido o va a padecer a partir de esa edad un cáncer de piel, según apunta la responsable del servicio de dermatología del hospital San Juan de Dios de Córdoba, Victoria Amorrich, siguiendo las estimaciones de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV). En este hospital se aprecia un crecimiento en el número de pacientes que acude al especialista para consultar si pudiera presentar alguna lesión compatible con el desarrollo de esta enfermedad y prácticamente a diario se atiende a algún afectado que ya padece este problema, aunque la mayoría de carácter más leve. Amorrich explica que la mayoría de los cánceres que se detectan son carcinomas basocelulares, el más benigno de las tres variantes de cáncer de piel, e indica que el diagnóstico precoz es fundamental frente a esta patología, porque su detección temprana eleva la supervivencia media a estos casos a cerca del 90%. Para diagnosticar a tiempo este cáncer es importante que cualquier persona se realice autoexploraciones y que consulte con su médico de familia o con un especialista en dermatología cualquier anomalía que pueda observar en lunares o manchas.

LOS TIPOS / El Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) recoge que durante el año pasado en Córdoba se registraron 454 casos de cáncer de piel, de los que 365 fueron cáncer de piel no melanoma (los menos agresivos) y los 89 restantes fueron melanoma. Victoria Amorrich precisa que «el melanoma es el cáncer de piel más agresivo, aunque es el de menor incidencia. Puede afectar a otros órganos de forma rápida. En algunos casos tardará meses en profundizar, pero otros melanomas avanzan en semanas. En nuestro hospital el melanoma se interviene en 15 días, ya que con que tenga solo un milímetro de profundidad ya es capaz de producir metástasis». Por su parte, el cáncer cutáneo no melanoma incluye el carcinoma basocelular, más benigno y que se ataja básicamente con cirugía, y el espinocelular, que afecta a la piel y también puede alcanzar al sistema linfático, por lo que en función del momento de su diagnóstico u otras circunstancias podrá requerir radioterapia, además de cirugía en un plazo corto.

Victoria Amorrich resalta que la explicación a que la incidencia del cáncer de piel sea de un 5% en la población general y se incremente hasta en un 20% a partir de los 65 años en adelante se debe a que las personas de más edad no pudieron adoptar hábitos preventivos cuando eran más jóvenes, porque entonces no se conocían como ahora los riesgos de los efectos del sol ni su relación con la mayor probabilidad de sufrir cáncer de piel, ni se hacían revisiones periódicas, por lo que cuando llegan a la consulta a veces es un poco tarde. Amorrich recalca que en la edad infantil y en la juventud no es normal que se detecten cánceres cutáneos, aunque en los últimos tiempos se están conociendo diagnósticos incluso con apenas 30 años. El grupo de riesgo principal es el de personas de 50 años en adelante (más hombres que mujeres), sobre todo a partir de los 65 años, que por motivos laborales u otras razones han estado durante mucho tiempo expuestos al sol todo el año, no solo en verano en la playa o piscina. A esta situación se une el hecho de que desde hace años la capa de ozono protege menos, los rayos ultravioleta son más intensos y que también se están conociendo casos de personas que han abusado de las cabinas de bronceado.