El PP, con José Mª Bellido a la cabeza, arrebató la Alcaldía de Córdoba al PSOE de Isabel Ambrosio en las elecciones del 26 de mayo. La victoria en la capital se produjo con apenas 4.265 votos de diferencia respecto a la segunda fuerza más votada, la de los socialistas, que perdieron (pese a mejorar sus resultados de 2015) al hundirse el bloque a su izquierda (el espectro representado por IU y Podemos pasó de ocho a cinco concejales a dejarse en la gatera 11.330 votos).

Ciudadanos certificó el vuelco electoral, al permitir aplicar la fórmula andaluza en Capitulares y conformar un equipo con el PP, que se hizo efectivo en un acuerdo para la gobernabilidad de la ciudad con 77 medidas firmado el 13 de junio, dos días antes de la investidura. En dicho acuerdo, se recogían algunas líneas generales como la defensa de la unidad de España y la lucha contra la corrupción; y otras tantas específicas repartidas en ocho ejes temáticos, que incluían un bajada masiva de impuestos, la reforma de Urbanismo, la creación de tres nuevas concejalías y la reversión del callejero franquista.

La Corporación nacida de los comicios del 2019 relegó a IU (que había sido socio de gobierno de los socialistas en el anterior mandato) a los tres concejales y contempló la irrupción por primera vez en la historia de Capitulares de Podemos, con dos concejales, y de Vox, con otros dos.

La izquierda concurrió dividida a las urnas y sin un actor determinante en el gobierno anterior: Ganemos en Común. La usurpación de su marca electoral por parte de una candidatura falsa desembocó en un fallo judicial que impidió a la que fue la tercera fuerza más votada en 2015 --llegó a tener cuatro ediles y un diputado provincial-- presentarse por segunda vez a las municipales.

El 15 de junio, se convirtió en el noveno alcalde de la democracia José María Bellido (Córdoba, 1977). Sucesor político de José Antonio Nieto --durante su mandato fue el responsable de la Hacienda municipal-- y portavoz del grupo municipal popular desde la marcha del exalcalde, su investidura fue posible con los votos a favor de PP y Cs, y la abstención «por imperativo ideológico» de Vox, que ha dado cal y arena al gobierno municipal en estos primeros meses de gobierno.

En el pleno de investidura, el alcalde declaró: «Es la hora de una Córdoba de todos», al tiempo que prometió generar empleo, bajar los impuestos y desatascar la Gerencia Municipal de Urbanismo, al frente de la cual situó a su lugarteniente, Salvador Fuentes. «Mi pacto con Córdoba es ilusión, pasión y ambición», anunció Bellido. El organigrama político del nuevo gobierno se cerró con más tenencias de alcalde (Isabel Albás, a la cabeza de ellas) y con un esquema-réplica del modelo que PP y Cs llevaban ensayando algunos meses en la Junta de Andalucía.

La exalcaldesa, Isabel Ambrosio, por su parte, anunció la misma noche electoral su intención de quedarse al frente de la oposición para trabajar por «la Córdoba progresista».