El mensaje feminista volvió a ser un clamor el 8 de marzo del 2019. Más de 20.000 personas salieron el Día de la Mujer a la calle para protestar en otra jornada histórica, la más reivindicativa de la democracia, después de superar el seguimiento del año anterior. Al son de tambores de una batucada femenina, miles de manifestantes recorrieron la ciudad para reclamar en la calle igualdad para hombres y mujeres y rechazar la brecha salarial o la creciente violencia de género.

En ese momento, el mensaje negacionista de esta realidad traído a la política por Vox no había hecho aún tanta mella y el mensaje unívoco de los cordobeses, con la ausencia significada en las manifestaciones del PP, siguiendo las instrucciones de Pablo Casado, fue de condena al maltrato, con lemas como «nos tienen miedo porque no tenemos miedo o «si vuelvo a la Edad Media estoy del lado de las brujas». Una vez más, miles de mujeres y hombres secundaron la huelga feminista convocada por plataformas y sindicatos, tiñendo de color morado las empresas, aunque el seguimiento fue más modesto que en la primera edición, primando esta vez los paros y las protestas en la calle al cierre de la jornada laboral. Según las valoraciones realizadas por patronales y sindicatos, unos seis millones de personas secundaron los paros parciales del 8M en España, mientras la huelga fue minoritaria salvo en espacios como la Universidad.

MOVILIZACIÓN EN TODA ESPAÑA

La movilización de Córdoba no fue más que el reflejo de una movilización a gran escala que tuvo réplicas en todas las capitales. En Madrid, una vez más, se superaron las expectativas con la asistencia de 375.000 personas, el doble que el año anterior. «Queremos empleo, trabajo me sobra», «Juntas somos más fuertes», «La revolución será feminista o no será», «Sola borracha quiero llegar a casa», «Estoy hasta el culo de tanto marichulo», «No es no, lo demás es violación», «Con ropa, sin ropa, mi cuerpo no se toca» y «Mujeres libres en tierras libres» fueron algunas de las consignas repetidas en las manifestaciones contra el machismo en las calles españolas. En Barcelona, la manifestación del 8 de marzo arrastró a la calle a unas 200.000 personas.

RESPUESTA DE LOS PARTIDOS

Con la experiencia del éxito de la huelga feminista del año 2018, que pilló de sorpresa a los partidos, este año todos llegaron al 8 de marzo prevenidos y preparados para hacer campaña, a dos meses de la convocatoria electoral. Excepto el PP, que se quejó del monopolio de la extrema izquierda en esas marchas, todos los partidos parlamentarios dieron apoyo a las diferentes movilizaciones que se llevaron a cabo en toda España. Y además intentaron colar su mensaje en redes sociales o en sus intervenciones públicas.

Ese mismo día, en las antípodas de la movilización feminista, el autobús de HazteOir.org visitaba las sedes de PP, Ciudadanos y VOX para entregar a sus líderes más de 22.000 firmas recogidas con su campaña #StopFeminazis, que pedían a Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal «acabar con las leyes de género y las sustituyan por una ley integral de violencia doméstica».

La marea violeta del 8 de marzo se ha encontrado después, a lo largo del año, con palos en las ruedas como el del 25 de noviembre, cuando la negativa de Vox impidió en muchas instituciones, incluido el Ayuntamiento de Córdoba, consensuar una declaración institucional en contra de la violencia machista.