Una anciana de 90 años se convirtió el 20 de agosto en la primera víctima mortal del mayor brote de listeriosis ocurrido en España, con raíz en Andalucía. La fallecida había consumido carne mechada de la marca La mechá, origen de esta toxiinfección, y formaba parte del grupo de riesgo de pacientes afectados por esta patología. El 15 de agosto, la Consejería de Salud y Familias decretó la alerta sanitaria sobre esta carne, fabricada por la firma Magrudis, con sede en Sevilla capital, tras comprobar que este producto era el agente causante de los brotes de listeriosis. La Consejería informó a los ciudadanos de que dejaran de consumir ese producto, sobre el que se procedió entonces a su inmovilización y retirada del mercado. La producción de esta carne mechada quedó paralizada el 14 de agosto. Al mismo tiempo, la Junta procedió a la inmovilización del artículo en las instalaciones de esta distribuidora y a la retirada del mismo, remitió una denuncia a la Fiscalía por este reenvasado de los productos de Magrudis y amplió la alerta a todos los productos de la empresa.

A principios de septiembre, la Consejería de Salud daba por controlado el brote, con un registro de 222 afectados, la mayor parte de ellos en la provincia de Sevilla, y el resto en otras provincias andaluzas y varias regiones del país. Además, el brote dejó tres fallecidos y causó siete abortos a mujeres que consumieron dicha carne. Como medida de precaución, hasta septiembre 20.810 embarazadas asintómaticas andaluzas recibieron una llamada de su médico de familia, matrona o ginecólogo, dentro del protocolo clínico por el brote de listeriosis, y 949 tomaron el tratamiento para reducir el riesgo de infección.

La Junta se personó a finales de septiembre en el juzgado, como acusación particular contra Magrudis, por el brote de listeriosis. La jueza de instrucción número 10 de Sevilla ordenó el 26 de septiembre la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el gerente de Magrudis, José Antonio Marín, y a su hijo mayor, Sandro, a los que la Fiscalía atribuye un delito contra la salud pública, tres homicidios por imprudencia grave, varios abortos y lesiones por el brote de listeriosis asociado a sus productos cárnicos. El otro hijo quedó en libertad.

En Córdoba, este brote no tuvo consecuencias, ya que los cuatro pacientes sospechosos de listeriosis (uno de ellos de un niño) fueron descartados. En estos casos las personas habían consumido carne de la partida supuestamente contaminada y presentaron cuadros clínicos con diarreas, fiebre o dolores estomacales, tres de ellos más graves y que requirieron hospitalización.

Por otro lado, el 7 de septiembre se daba a conocer una nueva alerta sanitaria en Andalucía por consumo de carne mechada, en este caso de la marca Sabores de Paterna, de Cádiz, pero el veto fue levantado días después al comprobarse que solo había unos lotes afectados, que fueron destruidos.