El pleno del Congreso de los Diputados rechazó el 14 de junio la moción de censura planteada por Unidos Podemos contra Mariano Rajoy. El candidato a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, obtuvo 82 votos a favor de los 67 diputados del grupo de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, los cuatro de su socio electoral de Compromís, los nueve de Esquerra (ERC) y los dos de EH BIldu. En contra de la moción votaron 170 diputados del PP (134), Ciudadanos (32), UPN (2), Foro Asturias (1) y Coalición Canaria (1). En la votación se abstuvieron los otros 97 diputados presentes, del PSOE (84), PDeCAT (8), PNV (5) y Nueva Canarias. Para relevar a Mariano Rajoy, el candidato de Unidos Podemos necesitaba reunir la mayoría absoluta de la Cámara, 176 votos.

Tras confirmarse el fracaso de la moción de censura presentada por Unidos Podemos, Rajoy expresó su alegría. «Estoy satisfecho, vamos a seguir trabajando. Hemos estado dos días, pero la vida continua. La estabilidad es hoy necesaria para que la recuperación económica continúe». Rajoy dijo que el resultado muestra el rechazo a «radicales, extremistas y personas con comportamientos bastante poco saludables para el tiempo que vivimos».

IGLESIAS VERSUS RIVERA / Los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y de Ciudadanos, Albert Rivera, se enzarzaron en un debate muy subido de tono, con duras descalificaciones sobre todo por parte del líder del partido morado, protagonizando uno de los rifirrafes más broncos que han mantenido ambos. Aunque están acostumbrados a que salten las chispas cada vez que se enfrentan en un cuerpo a cuerpo, Iglesias se reservó ese día sus palabras más duras contra Rivera. Con un tono condescendiente, Pablo Iglesias cargó en su intervención contra el líder de la formación naranja subrayando que «no sirven para nada en política» o que hay que ser «bastante facha» para afiliarse al PP en 2002, como hizo Rivera, si bien a renglón seguido señaló que no creía que fuera «facha» sino «más bien cínico». Rivera replicó y calificó a Podemos de «Demoliciones Iglesias».