Algunos creen que los psicólogos solo se encargan de las personas con problemas mentales. Pero lo cierto es que muchas personas necesitan ayuda cuando sus emociones y sentimientos se ven desbordados por situaciones agobiantes. Por lo tanto, es importante saber cuándo es recomendable acudir a una consulta psicológica.

Lograr el control emocional realmente es algo que solo depende del individuo, existen situaciones que generan un desbalance tan fuerte en las emociones, que resulta difícil recuperar el control de las mismas sin la guía adecuada, pues en ocasiones ni siquiera se conocen las razones reales que producen dichos malestares. En vista de ello, hablaremos sobre cuándo es recomendable acudir a una consulta psicológica.

Descontrol en las emociones

Son muchos los motivos que pueden generar un descontrol importante en las emociones de las personas, quienes lo manifiestan mediante trastornos como ansiedad, depresión, baja autoestima, miedos, fobias, etc. Ante esto, un psicólogo en Málaga de calidad a través de sus nociones y experiencia en las distintas ramas de la psicología, será capaz de ayudar a sus pacientes a resolver los problemas que le aflijan en la menor cantidad de sesiones posibles.

Esto se debe a que un psicólogo de calidad como los que se encuentran en Málaga, interviene a las personas desde sus emociones y su subconsciente, de manera que se puedan solucionar las causas que estén produciendo ese descontrol que tanto les agobia. Asimismo, trabajan sobre transformación de los patrones de comportamiento y los pensamientos. Por lo que los resultados al final serán eficaces y de mucha ayuda.

Una referencia clara de este tipo de atención se consigue con Hernández Psicólogos, en donde se reúnen los mejores psicólogos de Málaga para prestar sus servicios a todos los habitantes de la comunidad, aunque también realizan terapia online para aquellos que se les dificulta acudir a la consulta, bien sea por ocupaciones laborales, distancia entre la residencia y el centro psicológico o complicaciones propias para salir de casa.

La atención y los tratamientos son completamente personalizados y abordados desde una perspectiva integral, según sean las necesidades de cada caso que se presente, sin importar que se trate de psicoterapia individual, infantil, para adolescentes, de pareja, neuropsicología o sexología. Esto se debe a que las alteraciones en el comportamiento pueden surgir en cualquier etapa de la vida, incluso cuando se piensa que todo está bien.

Tratamientos desde la infancia

Al llevar a los niños con un psicólogo infantil es posible detectar a tiempo algunos problemas que puedan estar afectando el desarrollo biopsicosocial de los mismos. Entre los problemas más comunes que aquejan a los niños entre 3 hasta un poco más de 5 años, se pueden mencionar los siguientes:

Ansiedad.

Depresión.

Problemas escolares: bajo rendimiento, trastornos de aprendizaje, etc.

Problemas de comportamiento: baja autoestima, celos, agresividad, inseguridad, mentiras, desobediencia, rabietas, etc.

Mutismo selectivo.

Trastornos de atención con hiperactividad o sin ella.

Maltrato psicológico.

Adicción a las nuevas tecnologías.

Así, los especialistas realizan una evaluación de forma general que permite entender las complicaciones que padece el menor para determinar el tratamiento más conveniente que resuelva en pocas sesiones los conflictos; dándoles a los padres igualmente los consejos necesarios para saber cómo abordar los episodios en los niños y también trabajar desde casa como complemento a las terapias.

Problemas entre las parejas

La solución a los problemas de pareja no es dar la relación por finalizada, pues si hay amor hay que agotar todas las opciones, y la terapia de pareja es una gran ayuda que los llevará a mejorar su noviazgo o matrimonio, entendiendo los conflictos y por supuesto, solucionándolos, bien sea por incompatibilidad de personalidades, infidelidad, desconfianza, monotonía, falta de comunicación, entre otros.

En este sentido, los terapeutas tras evaluar el caso de las parejas, ofrecen una serie de herramientas, ejercicios y técnicas que con la práctica pueden ayudar a resolver sus diferencias, mejorando la comunicación y facilitando los procesos de negociación o toma de decisiones.

Finalmente, se deben dejar a un lado los prejuicios y entender que los psicólogos están para ayudar y que las emociones y sentimientos, también necesitan atención profesional para sanar.