En los últimos años, los casinos y casas de apuestas virtuales han logrado proliferar en España consiguiendo más adeptos y haciendo que incremente el gasto en jugar al póker y a otros juegos online. Todos ellos deben ser conscientes de la fiscalidad que atañe a dicha actividad de ocio, sabiendo cuánto tienen que pagar por sus ganancias, en caso de que las tengan. Lo primero que hay que tener en cuenta es que estas normas fiscales cambiarán en función del país en el que cada jugador se encuentre, ya que existen muy diferentes normativas al respecto, pero que siempre primará el país de residencia del usuario de la web y no la ubicación de la casa de apuestas.

En nuestro país, la fiscalidad del póker online estipula que los premios obtenidos se integrarán en la base imponible del Impuesto de Renta sobre las Personas Físicas (IRPF), al igual que ocurre con las rentas de trabajo, por ejemplo. Para ser más concreto, las ganancias deberán incluirse en el apartado denominado ‘Ganancias y pérdidas patrimoniales que no derivan de la transmisión de elementos patrimoniales’, que se ubica en la casilla 199 de la renta del año corriente. Los beneficios conseguidos en este tipo de juegos online tendrán casi la misma consideración que cualquier subvención como puede ser el Plan Pide, por ejemplo.

La parte positiva es que se podrían compensar las ganancias con las pérdidas, de tal manera que se termine tributando tan solo por la diferencia, que es el beneficio real del cliente. Si por ejemplo se consiguen 5000 euros, pero se pierden 2000, habría que pagar impuestos por la diferencia solamente.

En el póker, existen diversas herramientas que ayudan a los jugadores a determinar ciertas estadísticas y cálculos matemáticos del juego, como, por ejemplo, una calculadora de póker que te ayude a saber si vas ganando o perdiendo frente a tus rivales, sin embargo, en lo que a fiscalidad se refiere, en caso de no tener muy claro cómo realizar la primera declaración de forma óptima, es recomendable acudir directamente a un especialista, para evitar incurrir en una sanción administrativa por parte de Hacienda.

En el caso de que el jugador en cuestión haya obtenido una cuantía de pérdidas superior a las ganancias, no será necesario imputar dichas pérdidas. Por el contrario, si se tiene un buen momento en el juego, se deberán declarar los beneficios, independientemente de lo que se haga con ellos. Si un jugador decide mantener su dinero ganado en la cuenta online de la sala también deberá incluirlo en la declaración de la renta.

También cabe la posibilidad de que una persona cuente con más de una cuenta de usuario virtual. Entonces, sumará todas ellas a la hora de hacer el cálculo para saber cuánto ha ganado exactamente.

Todo ello se integrará en la base imponible y, por tanto, el coste a pagar dependerá del tramo en el que cada contribuyente se encuentre. No existe un tipo fijo como ocurre con los productos financieros. El resultado final siempre dependerá de las retenciones que hasta dicho momento hayan sido practicadas sobre la persona en cuestión.