En lo que va de año, Mercadona ha vendido cerca de 100.000 bandejas de Bocaditos de Crema de Galleros Artesanos, una empresa familiar de Rute, dirigida por Jorge Garrido, que está especializada en repostería y elaboración de dulces tradicionales.

Mercadona, con el objetivo de ofrecer a sus clientes (los jefes) productos de máxima calidad, ha comenzado a colaborar con nuevos proveedores especialistas locales, muchos de ellos pymes, que, gracias a su profundo conocimiento de la actividad, consiguen elaborar productos de máxima excelencia, adaptados a las necesidades reales de los consumidores.

Dentro de este movimiento, desde el año 2017, el especialista Galleros Artesanos elabora para todas las tiendas de Mercadona, a nivel nacional, en las que está implantando el nuevo modelo de horno un total de 1.137 tiendas, los Bocaditos de Crema refrigerados: un pequeño rollo de bizcocho y crema terminado con una cobertura de yema de huevo glaseadas y tostada.

Galleros Artesanos, que en la actualidad cuenta con 100 trabajadores, la fundó Loreto Garrido, padre de Jorge, y es especialista en la fabricación de dulces tradicionales, siguiendo procesos de elaboración artesanales con un minucioso cuidado. Ya, desde sus orígenes, trabajaban en al elaboración del tradicional ‘pionono’, cuya receta adaptaron para atender las necesidades captadas desde el cliente de Mercadona, dando lugar a los Bocaditos de Crema que hoy se vende en sus supermercados y cuya principal diferencia está en la cobertura de yema de huevo frente a la tradicional de crema pastelera, siguiendo la petición del cliente.

La relación entre la cadena de supermercados y el fabricante de Bocaditos de Crema está resultando muy enriquecedora para ambas partes. Galleros Artesanos le está aportando a Mercadona un producto de máxima calidad y ajustado plenamente a las necesidades del consumidor andaluz, todo ello con el servicio y rapidez logística que permita un proveedor ubicado cerca de sus bloques logísticos.

Mercadona, por su parte, le ha aportado a Galleros Artesanos rentabilidad, estabilidad y conocimiento en procesos, permitiéndole mejorar y reforzar su capacidad productiva.

Esta apuesta de Mercadona por las pymes andaluzas especialistas refuerza el importante impacto de la cadena de supermercados en la economía regional, donde cuenta con 18.430 trabajadores y realizó compras en 2018 por valor de 2.873 millones de euros.

En el caso de Galleros Artesanos, la colaboración con Mercadona ha supuesto la incorporación a su plantilla de 13 personas, ya que el proceso de elaboración es totalmente artesano. El estuche de 6 unidades ha sido elaborado exproceso para este producto. Jorge Garrido añade que «estamos trabajando para ofrecerle otros productos».

EL PROCESO

LOS INICIOS. Para la elaboración de los Bocaditos de Crema que Galleros Artesanos elabora para Mercadona y que ofrece a sus clientes bajo su marca de ‘Hacendado’ se hicieron varias catas a ciegas de sus clientes y éstos fueron los que más gustaron.

LA DIFERENCIACIÓN. Su principal diferencia está en la cobertura de yema de huevo tostada frente a la tradicional de crema pastelera, siguiendo la petición de sus clientes.

EL ENVASE. Las bandejas, de seis unidades, se han estudiado para que el cliente pueda extraerlos de tal manera que no se rompan y al mismo tiempo no se salgan del estuche durante su transporte. El objetivo es que el cliente pueda disfrutar del Bocadito de Crema con la máxima calidad. Fueron varios meses de mucho trabajo, porque el objetivo es que el cliente deguste el producto como si hubiera recién salido del horno, manteniendo el carácter artesano en todo momento.

LA ELABORACIÓN. El producto parte de unas planchas de bizcocho, se enfrían, luego se les retira el papel de la plancha, se va pesando la crema para que todos los bocaditos tengan la misma cantidad. Luego se extiende sobre el bizcocho, se deja que se extienda y se enrolla. Posteriormente se introduce en una cámara de frío durante una hora. Luego se corta. A continuación se le da un pequeño calado con azúcar. Acto seguido se colocan en unos troqueles y una máquina le echa la yema por igual. De ahí se pasan al proceso de azúcar y tostado. Por último, pasa a los carros y a la zona de frío para su posterior envasado y ultracongelación a -38ºC.