Desde hace años se está intentando revitalizar la feria de septiembre después de que las costumbres de los ciudadanos hayan cambiando decidiendo, en muchos casos, marcharse de Pozoblanco los días «menos fuertes» de la fiesta para vivir sus vacaciones en otros lugares. Sabemos también que el lunes de Virgen de Luna es utilizado para hacer compras fuera del municipio y por ello también se habla de buscar fórmulas para hacer que ese día los pozoalbenses salgan a la calle y hagan de esa jornada un día grande. Así las cosas, hace años el gobierno local de turno decidió que la fiesta de San Gregorio fuera el viernes o lunes más cercano al de la celebración religiosa, una decisión salomónica que agrada a la cofradía porque en viernes atrae a los ciudadanos a su fiesta, y a los trabajadores, ya que cuando cae en lunes le proporciona dos días de fiesta seguidos. Para una vez que tenemos una regla acertada, ¿por qué cambiarla?.