El Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Pozoblanco ha acusado a través de su portavoz, Miguel Calero, al alcalde, Santiago Cabello, «de un posible caso de acoso laboral a los funcionarios municipales que no se pliegan a sus deseos, realizado prácticas de injerencia en su trabajo, ninguneándolos y desprestigiándolos socialmente». Calero ha señalado que el alcalde popular dirige el Ayuntamiento como si fuera su explotación ganadera, desconfiando de los funcionarios y de su propio equipo de gobierno. «No sabe delegar, lo que ralentiza la gestión y produce un sobrecoste a las arcas municipales. De igual manera, su nulo conocimiento de la gestión municipal, su falta de planificación y el querer controlar todo, le lleva a entrar en contradicción numerosas veces con los funcionarios».

Pero donde se están dando las situaciones más surrealistas, denuncia IU, es en el Departamento de Obras y, sobre todo, en la obra de remodelación del entorno del popular entorno del Risquillo, cuyo proyecto original ha sido modificado varias veces. Las obras, que tenían que haber finalizado el 31 de diciembre pasado -lo que hará que el Consistorio tenga que devolver parte de la subvención que la Diputación Provincial concedía para la obra-, se alargan en el tiempo por la falta de planificación y los cambios de parecer de Santiago Cabello, puntualiza Calero. Ahora, según el portavoz de IU, se va a volver a levantar parte de la escalinata empedrada, lo que supondrá un nuevo gasto superfluo para las arcas municipales y una demora en la finalización de la obra. A esto se suma, añade, la contratación de dos oficiales saltándose las bases de la bolsa de trabajo. Desde IU se afirma que el alcalde ha decidido actuar también como arquitecto, dando instrucciones directamente a maestros y albañiles, alterando otros proyectos que él mismo había aprobado, como ha ocurrido en la remodelación de la calle Fernández Franco.

De igual forma, la construcción de unos servicios debajo de las gradas de la tribuna del campo de fútbol del Polideportivo Municipal y las diferencias suscitadas con los técnicos ha llevado a situaciones absurdas como que el alcalde enviara a la Policía Local a precintar sus propias obras municipales, denuncia IU.