Emiliano Pozuelo presidió ayer, lunes 29 de mayo, su último Pleno ordinario como alcalde de Pozoblanco. Una sesión que afrontó con tranquilidad, según contó horas antes a este periódico, porque los plenos de Pozoblanco «han dejado de ser un circo para convertirse en sesiones donde hay división de opiniones pero dentro del respeto más absoluto». Comienza ahora la etapa del traspaso de poderes, como marca el acuerdo de gobierno que su formación (Pozoblanco en Positivo) firmó con el Partido Popular hace dos años tras las elecciones municipales (que ganó el PSOE aunque por escaso margen de votos) por el que la Alcaldía la obstentaría Pozuelo los dos primeros años del mandato para cederla los dos últimos al hasta ahora primer teniente de alcalde, Santiago Cabello (que concurrió a las elecciones municipales en las listas populares como independiente).

Aunque no hay día concreto por el momento, la semana que viene Emiliano Pozuelo presentará su dimisión, el 12 de junio se celebrará la sesión en la que el todavía alcalde comunicará su renuncia al Pleno y desde ese momento dejará de ser alcalde. Tomará las riendas del gobierno de Pozoblanco Santiago Cabello como primer teniente de alcalde y en dos o tres días convocará el Pleno de elección de nuevo regidor, lo que puede ocurrir entre el 14 o el 15 de junio. A partir de ese momento las concejalías que ahora tiene Santiago Cabello pasarán a Emiliano Pozuelo y viceversa.

Emiliano Pozuelo dice haber «tocado el cielo» ocupando la alcaldía de Pozoblanco, su futuro político lo decidirá con su mujer y su hija porque dice que su vida familiar se ha resentido con el ritmo que ha llevado estos dos años. Ahora tocan vacaciones para poder retomar con ilusión sus nuevas tareas como concejal, por ejemplo para reordenar la delegación de medios de comunicación, que considera que no funciona, desarrollo económico o hacer realidad la eterna elaboración de puestos de trabajo. Tampoco descarta dar el salto a la política fuera de las fronteras locales, no lo ha dicho, pero si sucediera podría ser de la mano de Ciudadanos.

Emiliano Pozuelo se despide de su cargo afirmando que «desde Pozoblanco en Positivo estamos contentos porque hemos conseguido el principal objetivo que nos marcamos al principio, que Pozoblanco tuviera estabilidad, los ciudadanos volvieran a ver a la clase política como unos aliados». Satisfecho por lograr la bajada de impuestos, ayudar a crear empleo o solucionar conflictos laborales municipales, entona el «mea culpa» por consentir «que algunas delegaciones no hayan trabajo al ritmo que me gustaría, sobre todo en materia de urbanismo». Y es que reconoce que el Plan Plurianual de inversiones sigue sin despegar, está pendiente el pliego del ciclo integral del agua, tampoco culmina la legalización de los polígonos industriales y la limpieza de Pozoblanco sigue siendo un tema pendiente. Opina que quizás debería haber suprimido algunas competencias a los concejales que iban a otro ritmo pero no ha querido provocar situaciones de tensión que ya se habían vivido en otras legislaturas. De todos modos, cree que en breve se va a resolver su duda de por qué algunos departamentos no han trabajado al ritmo que a él le hubiera gustado.