El Ayuntamiento de Pozoblanco ha anunciado que ha conseguido la autorización administrativa para el vertido de aguas residuales depuradas del entorno urbano de Pozoblanco al río Guadarramilla que estaba sin efecto desde el año 2007. La medida, según ha explicado el alcalde, Santiago Cabello, llega tras un intenso trabajo del Consistorio pozoalbense, que impulsó el 20 de febrero del 2018 el expediente con las exigencias que se le reclamaban desde la Confederación Hidrográfica el Guadiana. El regidor pozoalbense ha explicado que desde que llegó a la Alcaldía, uno de sus principales objetivos ha sido solucionar esta compleja situación que se había «eternizado», y «por eso contar ya con la autorización administrativa es una satisfacción para todos».

El alcalde ha explicado que, tras recobrar la autorización administrativa de vertidos, seguirán impulsando la puesta a punto de la actual estación depuradora y la ampliación de la misma, un proyecto que va a acometer la Junta de Andalucía como administración competente en la materia. «Esta ampliación ha llegado con el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía, que al fin ha desbloqueado un proyecto esencial para el futuro de Pozoblanco», ha explicado Cabello. La iniciativa aparece reflejada en los presupuestos generales autonómicos del año 2020 y se inscribe en el Plan de Choque con cargo al canon de agua que ha diseñado el nuevo gobierno andaluz. La inversión global prevista se sitúa en 5,8 millones y el proceso de licitación ya se está ultimando para que pueda adjudicarse la obra en breve plazo. La futura Estación Depuradora de Aguas Residuales de Pozoblanco duplicará la capacidad de depuración de las actuales instalaciones.

Para el primer edil pozoalbense, «este es un proyecto muy necesario, esencial para que el municipio de Pozoblanco siga avanzando de forma ordenada y sostenible, que vendrá a resolver uno de los más graves problemas que tenía nuestra localidad cuando llegamos al gobierno y en el que hemos puesto todos nuestros esfuerzos».

La actual depuradora de aguas residuales de Pozoblanco se inauguró en el año 2001, Pronto se comprobó qque su capacidad no era suficiente para cubrir las necesidades del municipio. Los vecinos de Pozoblanco llevan años sufriendo los malos olores por los vertidos que de forma permanente se han estado haciendo.