13 años era demasiado tiempo para una afición al fútbol sala que tenía ganas de vivir una gran cita como aquellos play-offs que se vivieron con el Grupo Pinar Adecor durante los años 2005 y 2006. Y el Córdoba CF Futsal se la volvió a ofrecer. Y qué jornada.

Como si se tratara de «el viento de 13 años» que le sopló en la cara al autor gaditano Martínez Ares para volver a sacar su comparsa, los 3.500 aficionados que acudieron a Vista Alegre y más personas que no pudieron entrar al pabellón vibraron con unos jugadores que, como se coreó ayer, es la clara muestra del «orgullo cordobés». 14 espartanos que lo dieron todo sobre la pista cordobesa y, a pesar del resultado, el público supo recompensar su sacrificio y pudo vibrar con cada conato de remontada que mostraban los jugadores blanquiverdes.

Aspecto que presentaron las gradas de Vista Alegre durante el partido. CHENCHO MARTÍNEZ

Era un día especial y eso se vio desde los prolegomenos. El grupo Brigadas Blanquiverdes entonaba sus cánticos en los aledaños para animar a un equipo que ha generado emoción. Ya en Vista Alegre el ambiente era ese de las tardes que quedarán para el recuerdo eterno. El himno a capella del Córdoba retumbó en Vista Alegre, aunque los aficionados béticos también quisieron responder a la llamada de su equipo y también mostraron su señorío. No solamente los dos equipos dieron el alma, sino también los aficionados que cantaron y animaron prácticamente todo el encuentro.

Al final del partido, el Real Betis obtuvo el mayor premio, pero la afición cordobesa al fútbol sala pudo saborear, de nuevo, aquellos recuerdos de antaño. Pero, sin duda alguna, el que ganó fue el fútbol sala, que regala momentos únicos pese a la austeridad que le caracteriza.