3540 kilómetros, dos contrarrelojes, nueve etapas para velocistas, cinco de media montaña y otras cinco de alta montaña. Pero ninguna cámara ni un grito al atisbo, ni siquiera el aliento de los hinchas en la cuneta. Ese es el particular Tour de Francia que han vivido un grupo de 13 mujeres que, un día antes que los hombres, han completado cada una de las etapas de la ronda francesa para reivindicar una edición femenina de la competición.

La iniciativa nace del club Omnisport de Courcouronnes Cyclisme Fémenin (COCCF) y se plasma en el proyecto 'Donnons des elles au vélo J-1" (Darles a ellas una bicicleta J-1) con el que pretenden promover el ciclismo femenino y conseguir una cobertura mediática a la altura de la de los hombres. Por eso, montan sus propias bicicletas, hinchan las ruedas y se buscan su propio alojamiento mientras reivindican que "las mujeres también pueden correr el Tour de Francia". Algo que ya han demostrado en esta edición.

Su meta no era conseguir puntos ni bonificaciones. Ni si quiera acabar en un podio con el maillot amarillo. Solo buscaban el reconocimiento de la organización y presionar a esta para que tome nota de carreras como el Giro de Italia y que cree la edición femenina del Tour.

Una española entre el grupo

El conjunto de mujeres que ha realizado esta particular competición está formado por once francesas, una ucraniana y la española Anna Barrero. Todas forman parte del mismo equipo, patrocinado por Skoda Uk, y, pese ser amateurs, han vivido la experiencia como profesionales. Se han entrenado como nadie, han completado todas las etapas con normalidad y han llegado a la meta final. Eso sí, reconocen que hacen falta más mujeres corredoras y creen que la organización tiene un papel muy importante en ello.

Con su perseverancia confían poder situar el ciclismo femenino donde algún día logró estar. Porque en 1995 Francia puso en marcha una carrera profesional para mujeres que ganó la británica Millie Robinson. Pero la competición, a la que se cambió el nombre hasta en tres ocasiones (CEE femenino, Tour Ciclyste Geminin o Grande Boucle), acabó muriendo en 2009 por falta de recursos. No por falta de interés o capacidad.