Llevan banderas colombianas, que se revuelven con la brisa que sopla en Vila-seca. Y tienen algo que celebrar, siempre tienen algo que celebrar, algo para sentirse dichosos y hasta para poder fardar de sus 'pedalistas'. Este domingo, salvo sorpresa mayúscula, uno de sus compatriotas ganará la edición 99ª de la Volta. Puede que sea Miguel Ángel López, al que llaman 'Superman', que por algo es el líder y por algo también demostró este sábado que es el más fuerte y que no solo controla, sino que ataca, en una etapa predestinada al esprint. Pero también puede ser Egan Bernal y hasta Nairo Quintana, su Nairo, al que admiran tanto como critican, puesto que sigue siendo el primero de la clase colombiana.

Y cuando un ciclista se convierte en el alumno destacado de la clase colombiana, también lo es prácticamente del mundo, al menos en marzo, al menos en la Volta. Por eso, en la meta de Vila-seca, donde Michael Matthews ganó al esprint -segunda victoria del corredor australiano en la ronda catalana de este año- se movían las banderas colombianas y corrían los compatriotas de los ases del pedal a la captura de López o sino de Bernal y buscaban desesperadamente y hasta se acercaban al autobús del Movistar a la caza de Quintana. López o 'Superman', según se prefiera, es el líder de la Volta, pero Bernal está tercero, a 17 segundos, mientras que Nairo es quinto con 25 segundos para recuperar en Montjuïc.

Están en todas partes. Ya hace mucho tiempo que han dejado de ser aquellos 'escarabajos' que Bernard Hinault fundía con su equipo en el año, temeroso de sus hazañas en los Alpes o los Pirineos. Los ahogaba a un ritmo infernal por la planicie francesa. Cansados, al menos creía el gran campeón bretón, no le tocarían tanto las narices cuando llegaran las subidas. Ya no son torpes, sino brillantes en el llano. Ya no van solo a lucirse en las cuestas, sino que ganan carreras de tres semanas, como ha hecho Quintana, en la Vuelta o el Giro. Y también conocen la sensación de subirse a los podios de las tres grandes como ha hecho Nairo, pero también Rigo Urán, Esteban Chaves y 'Superman' López.

El ataque del líder

Por eso, como se vio este sábado en Vila-seca, no se arrugan cuando se trata de sorprender al resto de figuras. El pelotón, a tres kilómetros de la meta, todos lanzados, todos a 50 por hora. Y en eso Davide Formolo, italiano del Bora, y 'Superman' se hacen un gesto, que prácticamente solo ven ellos. En un plisplás ya tienen 50 y hasta 100 metros de ventaja. Son cabeza de carrera. No hace falta que hablen. Si culmina la aventura, casi una locura, Formolo ganará la etapa y López sumará unos segundos que serán como gloria bendita para ganar la Volta en Montjuïc.

Sin embargo, aquí nadie regala nada. Y menos el Sunweb alemán que sabe que todos los esprínters menos el suyo, Matthews, se han ido para casa consumidos por la montaña catalana. Son los chicos de Matthews quienes acaban con el plan aniquilador de López y Formolo. Ellos se convierten en los mejores aliados de Bernal y Quintana, pero también de Adam Yates, segundo clasificado, para que la Volta tenga la máxima actividad y apunte a suspense en las ocho subidas a Montjuïc con una general con seis clasificados, si se incluyen a Dan Martin y Steven Kreuijswijk, distanciados a menos de un minuto.

"Me vi con fuerzas y quise probar suerte. Pero aún queda un poco para soñar con ser campeón", cuenta 'Superman' López tras recoger el jersey de líder en el podio. Frente a él, protegido por las vallas de la zona acotada de la meta de Vila-seca, se agrupan los seguidores colombianos con sus banderas. Ya han perdido las pistas de Bernal y Quintana. López se detiene ante ellos. Todos se fotografían. La bandera se mueve con más fuerza. Colombia reina en la Volta y todas partes cuando se habla de ciclismo.