Sergio Lozano camina al ritmo del Barça. O viceversa. El Barça de fútbol sala ha recuperado la senda de los títulos esta temporada con la Copa de España al mismo tiempo que el futbolista recobraba su portentosa influencia en la pista tras tres años de calvario por las lesiones. El ahora capitán del primer equipo azulgrana luce brazalete orgulloso, sonriente después de dejar atrás el tormento, y convencido del trabajo realizado para conseguir alzar el segundo título de la temporada, la Champions. La máxima competición europea se disputa desde este viernes en formato de 'final four' en Almaty (Kazajistán) y al Barça le ha tocado jugarse el pase al partido decisivo contra su 'bestia negra' y equipo anfitrión, el Kairat (17.30 horas, GOL). Al conjunto capitaneado por Lozano, que busca la tercera Champions culé, le esperaría en la final el vencedor del Inter-Sporting.

¿Cómo está viviendo su primer año como capitán?

Intento que todo vaya fluido, que la gente esté a gusto, que todos rememos en la misma dirección. Sé que tengo una responsabilidad importante. Tienes que representar unos valores e intento hacerlo lo mejor posible.

¿Cómo ha cambiado usted desde que llegó al club (2011)?

Soy un jugador más maduro. Vine muy joven, con 20-21 años. Eres menos consciente de lo que estás viviendo porque te ha llegado, con trabajo, pero pronto. Tuve la gran fortuna de vivir una época dorada. Luego vivimos, el equipo y yo, una travesía por el desierto: no conseguimos los objetivos y yo encima también tuve operaciones, lesiones en la rodilla... Así que hemos ido un poco a la par. Ahora me vuelvo a encontrar bien, a sentirme jugador.

¿Las lesiones le han hecho madurar?

Cuando tienes lesiones pasas de la cima a, de repente, desaparecer. Las lesiones te hacen mirar las cosas con otra perspectiva, intentar disfrutar más del momento. Cuando hay un partido malo o perdemos un título pienso que al final esto es deporte. Y que hace dos años estaba hundido, sin poder jugar, sin poder ayudar, sin poder hacer lo que me gustaba. No hay nada que no se pueda solucionar con trabajo.

¿Qué dolor le ha fastidiado más, el físico o el mental?

Es distinto. Estar fuera duele porque no puedes ayudar a tus compañeros, parece que no eres una persona apta para tu deporte, tu profesión. Una vez volví, desafortunadamente, tuve una etapa con mucho dolor en la rodilla, en los tendones. Sufría muchas veces en cada entrenamiento y en cada partido. He intentado ser lo más positivo posible y trabajar. Pero te planteas muchas cosas cuando tienes dolor continuado. Te planteas si vale la pena seguir sufriendo o hacer un 'stop' en el camino y pensar en otra cosa. Afortunadamente, hace unos meses que me encuentro muy bien, sin dolor, vuelvo a pensar solo en fútbol sala.

¿Se vio fuera?

Sí. Tenía claro que si seguía con ese dolor continuado diario no podría aguantar. Llega un momento que te planteas muchas cosas: ¿Me merece la pena sufrir cada día? Las ganas, la ilusión y el amor por lo que hago es lo que ha hecho ser testarudo y que haya dicho: 'sigue, sigue, sigue trabajando'.

Y la temporada pinta bien, ¿sueña con hacer el pleno?

Estamos haciendo una temporada buenísima, de 9-10. Pero quedan dos meses en los que te lo juegas todo. No me planteo levantar todos los títulos, no soy así de osado. Mi filosofía es el día a día. El primer objetivo era estar en la 'final four' y ahora vamos a disfrutar y soñar. Sí que sueño con levantar la Champions, pero no me planteó más allá.

¿La Champions era el gran objetivo?

Te tienes que marcar objetivos reales. Nuestro principal objetivo era estar en la 'final four' y ganar la Liga regular. Estar en la 'pole' para disputar los títulos. Pero es deporte y una acción cambia radicalmente el partido y te puede hacer ganar o perder. Llegamos lo más preparados posible.

¿Es la más complicada?

Es un título muy difícil porque un partido malo te echa. No hay margen de error. En la final four están los cuatro mejores equipos de Europa y va a ser complicado. Sabemos que tenemos opciones y vamos a pelearlo al máximo.

¿Enfría la competición que la sede sea tan lejos, en Kazajistán?

Todos tenemos el derecho de organizar una 'final four'. Sí que es verdad que chirría un poco que los tres equipos que son de la península tengamos que desplazarnos tanto y porque complica que se vea una fiesta de aficiones. Nos gustaría que fuese más cerca, pero otro año será.

Y juegan contra el anfitrión, el Kairat Almaty, 'béstia negra' del Barça en Europa. ¿Miedo?

Miedo, no, respetamos a todos los rivales. Hacen un fútbol sala distinto, con el portero-jugador subiendo mucho, que sorprendre, rompe el ritmo… Hacen que sea más complicado. Nos han ganado en dos 'final four', en el 2015 nos quitaron la copa... No digo revancha, pero sí que tenemos muchísima ilusión por ganar.

Es polémico el abuso del portero-jugador. ¿Qué le parece la norma?

No me parece bien. Es un recurso que está a disposición de todos los equipos y se puede utilizar, pero creo que para que el aficionado realmente disfrute deberíamos de cambiar algunas cosas respecto a esta norma. Utilizarla solo en los últimos minutos o cualquier norma que la gente que manda decida. Pero si queremos seguir impulsando este deporte deberíamos de intentar que no fuese esto una dinámica continuada en los equipos. No me gusta como sistema de juego, pero sí como recurso al final del partido.

¿Están trabajando esto especialmente?

Sí, estamos intentando tener la cabeza fría y saber que cuando saquen el portero-jugador no nos rompan el ritmo, no nos precipitemos, estemos centrados, no nos enfademos y queramos ir de una manera que no queremos para que ellos se aprovechen de ello.

¿Inter o Sporting en la final?

Inter no viene en una buena dinámica, no están encontrando sensaciones durante la temporada, pero son los actuales campeones de Liga y Champions. Sporting llega en buena dinámica, es un equipo muy fuerte. Va a estar muy igualado.