Tarde, pero ha llegado porque 10 años después, Lydia Valentín ha sentido sobre su cuello el roce de la cinta de la que cuelga una medalla de plata, la que le negaron en Pekín hace una década. Lydia fue quinta en la categoría de 75 kilos, pero sus rivales eligieron la vía antideportiva y dieron positivo. Por ello se siente subcampeona en la cita de Pekín y campeona en la de Londres 2012, donde terminó cuarta, aunque las tres primeras también dieron positivo en un control antidopaje, por lo que tiene pendiente recibir el oro. “Quiero lo mismo que una campeona”, ha afirmado la deportista de Ponferrada.

En un acto muy emotivo en la sede del Comité Olímpico Español (COE), el deporte le ha hecho justicia a una deportista que ha jugador limpio, pero que ha tardado en recoger sus frutos. Solo la convicción de haber hecho las cosas bien ha reemplazado esa medalla, esa plata que consiguió en Pekín y que por fin le han entregado este martes. Lo ha hecho Marisol Casado, miembro del Comité Olímpico Internacional.

Emoción desbordada

Casi como si hubiera terminado de terminar su participación en la categoría de 75 kilos, Lydia se ha emocionado al recibir esa presea, una medalla que se ha acuñado para ella, ya que las halterófilas que fueron suspendidas por dopaje no devolvieron sus metales. La emoción de la campeona se ha convertido en un mar de lágrimas cuando se ha proyectado un vídeo de su actuación en Pekín y otro con la felicitación de varios deportistas olímpicos.

Junto a su familia, amigos, entrenadores y compañeros del Centro de Alto Rendimiento de Madrid, así como el presidente del COE, Alejandro Blanco, el ministros de Cultura, Iñigo Méndez de Vigo y el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Ramón Lete, Lydia apenas pudo dar las gracias a todos, especialmente a su familia. “Ellos son la mejor medalla” dijo la halterófila, visiblemente emocionada.

El esfuerzo de una campeona

Blanco ha destacado el esfuerzo de Lydia durante muchos años y ha puntualizado que la medalla “llega con mucho retraso, pero llega”. “Eres el mejor ejemplo del deporte limpio. Tú no compites, tú solo ganas. Has alcanzado la gloria, la excelencia y el éxito” ha afirmado el presidente de COE.

Lydia recibirá los 45.000 euros por la plata de Pekín y los 90.000 por el oro de Londres 2012, aunque dejó claro que solo se acuerda de las medallas. Dos metales que se completan con el bronce en Los juegos de Río de Janeiro del 2016.

Tras el acto, algo más tranquila, Lydia recordó lo mal que lo ha pasado estos años. “He tenido un castigo muy fuerte, pero ahora puedo dormir tranquila porque sé que tengo tres medallas olímpicas, aunque me falta el oro de Londres”, ha manifestado la halterófila.