Si golpear la pelota y enviarla al hoyo de un solo golpe ya es difícil, casi resulta imposible de creer que luego, el protagonista de la hazaña, se lesione en la celebración de su gesta. Pues, sí. Ha ocurrido. Y nada menos que sobre el escenario más glorioso para cualquier golfista, sobre la hierba de Augusta. Ha sucedido en el tradicional concurso de pares tres que se celebra como exhibición previa al Masters.

El protagonista fue el jugador estadounidense Tony Finau, quien celebró por todo lo alto, acompañado de su familia, el par en uno que consiguió, aunque con tal mala suerte que se torció el tobillo. Necesitó de las asistencias sanitarias para poder continuar jugando.