Este Itea Córdoba enamora. En lo que supuso su tercera victoria consecutiva, los blanquiverdes se deshicieron con contundencia del Manzanares, un equipo que nada pudo hacer ante el vendaval de juego local. Fue un partido completo que sirvió para elevar a 14 la diferencia de puntos respecto al descenso a Segunda B e igualar, aunque sea solo por una noche, con la zona de play-off de ascenso a Primera. Pese a que los números son los que son, el plantel califal sigue pensando en certificar la salvación lo antes posible. Tiempo habrá de analizar otras metas.

De espectacular podría catalogarse el primer acto firmado por los cordobesistas. Los de Maca -el técnico no estuvo presente por un problema familiar- sumaron a su concentración defensiva un magnífico acierto goleador. El partido estaba casi sentenciado a la llegada del descanso.

Pero no menos portentoso fue el segundo periodo. Un fulgurante inicio -la palabra relajación no se encuentra en el diccionario de este equipo- terminó de sentenciar el duelo.

El 10-1 a favor provocó que los de Maca levantaran el pie del acelerador, contemporizando y haciendo valer tan magna renta. El trabajo, estaba hecho. Y la dedicatoria del triunfo, también. Sin lugar a dudas, no pudo existir un mejor homenaje.

El Itea Córdoba seguirá por ello en la zona templada de la clasificación a la espera de ver lo que ocurre en las próximas jornadas. El primer conjunto de fútbol sala de la provincia bien podría luchar por una plaza en la Primera División nacional.