La batalla se repite. Las selecciones femeninas de waterpolo de Estados Unidos y España vuelven a enfrentarse por el oro. Esta vez en el Mundial de Gwangju en Corea del Sur este viernes a las 11.30 horas. La última vez, en el 2017, las estadounidenses vencieron a las de Miki Oca durante la misma cita en Budapest por 13-6. Las españolas se enfrentan a un rival casi imbatible aunque ya conocido y es ahí donde reside su esperanza. «Si creemos en nosotras mismas, no hay rival que se nos ponga por delante», defiende su capitana Pilar Peña.

El waterpolo español puede presumir de ser el tercer país que consigue jugar ambas finales en las 13 ediciones del Mundial. En el 2003 fue Italia y en el 2005 Hungría donde es el deporte nacional. Para las jugadoras de Miki Oca, esta es la tercera final mundialista que disputan: en el 2013 se hicieron con el oro en casa, en Barcelona, y en el 2017 perdieron frente a Estados Unidos.

«Último pasito y a por todas», compartía Beatriz Ortiz en su cuenta de Twitter. «A por la última pantalla, equipo», decía la impecable guardameta Laura Ester. España es consciente de que Estados Unidos es la clara favorita. Pese a ser un «rival potentísimo en todos los niveles» como afirmaba Oca, las españolas cuentan con meses de preparación y un palmarés nada envidiable.

La plata olímpica en Londres 2012 se suma a los títulos mundiales, junto con la plata de la Liga Mundial del 2016 y el bronce en la Copa del Mundo del 2014. En campeonatos de Europa, las españolas, bajo las órdenes de Miki Oca desde el 2010, tuvieron el oro en el 2014, la plata en el 2008 y el bronce en el 2018.

"Vamos a dar guerra»

«¿Estados Unidos? Tenemos la sensación de que es la vez que más cerca estamos de ellas», respondía confiada Maica García, una de las referentes del equipo de Oca. «Podemos ganarlas y vamos a pelear claramente por el oro hasta el último minuto de partido".

La goleadora Judith Forca (4 en la semifinal) lo tiene claro: «va a ser un partido muy difícil pero estoy segura de que vamos a dar guerra.» Y es que las estadounidenses son las claras favoritas por motivos de peso.

Instaladísimas en el podio de todos los Juegos Olímpicos, se hicieron con el oro en el 2012 y el 2016. Los últimos Mundiales (2015 y 2017) también fueron suyos y en la Liga Mundial no tienen rival desde el 2014. A su vez lograron alzar la Copa del Mundo en el 2010 y el 2014.

Un palmarés de vértigo pero a las de Oca no las asusta. «Si creemos en nosotras mismas, no hay rival que se nos ponga por delante», recuerda la capitana Pilar Peña. Para la final del viernes es importante «insistir en nuestra defensa» y aprovechar el hecho de «tener un perímetro muy bueno» para adelantarse a las estadounidenses.

«Estamos trabajando cada partido juntas, muy unidas, y entrando con mucha determinación, a imponer nuestro estilo», remarca orgullosa García. «Hemos trabajado muy duro para llegar hasta aquí: tenemos un gran equipo y cuando van pasando los años te das cuenta de todo lo que hemos logrado», constata Forca.