"Quizá la gente no le dé todo el valor, pero para el equipo, para Marc (Coma, su copiloto) y, muy especialmente para mí, son momentos de alegría y de emoción. Sabemos la dificultad que tiene, las dunas que pasamos, los sustos y las alegrías que nos hemos llevado... estar entre los mejores es una alegría enorme y hay que saber de dónde venimos, porque hace unos meses no sabíamos ni arrancar el coche”, explicó Fernando Alonso (Toyota Hilux), pletórico tras su segundo puesto en la octava etapa del Dakar, que ganó, por delante del bicampeón español de F-1, el francés Mathew Serradori, al volante de un 'buggy' Century.

Alonso, además, fue el más rápido en los últimos 15 kilómetros. "Era la zona donde estaban la mayor parte de las dunas y ha sido justo después del pinchazo, así que íbamos un poco más enrabietados". El asturiano y su copioto Marc Coma se han acoplado en un tiempo récord, sobre todo por parte del bicampeón de F-1, que se estrena en este tipo de competición y especialidad. "Sí, ya han pasado ocho días de rally y tienes asumido el ritmo, los procedimientos con el coche, las salidas, los ajustes... Hay detalles que van cogiendo forma y naturalidad y ya estás dentro de la dinámica de la carrera. Estamos en una buena inercia y espero que lleguen días duros, cuanto más duros mejor, porque cuanta más dificultad haya, quizá podamos pescar en río revuelto. Son días mágicos, desde luego, a excepción de esta desgracia tan dura como la muerte de un gran piloto como Paulo Gonçalves".

Otro ataque el miércoles

Otro ataque el miércoles La novena no será, desde luego, una etapa para poder ganar. ”Hombre, mañana será un día más difícil al salir delante. Intentaremos pasarla sin contratiempos y, quizá, hacer un resultado, pero mañana puede ser beneficiosos para la etapa del miércoles, donde hay dunas. Si hacemos mañana 10 ó 12, puede ser una buena posición para intentar atacar el miércoles. Pero con lo de hoy, ya me puedo ir tranquilo”. Ese es su terreno preferido, las dunas. "Tuve la suerte de hacer un test en Abu Dabi hace unas semanas y los tres días fueron un infierno. Si son parecidas las dunas, son días en los que pueden pasar muchas cosas”. Sin embargo, Alonso es consciente de que “por alguna razón que desconozco, me siento muy a gusto en las dunas”.

La décima será de nuevo su oportunidad de ganar una etapa, ahora ya sin ningún tipo de precauciones después de cumplir sus objetivos: "Mucho más que cumplidos, creo que ya están sobrepasados cualquiera de los objetivos personales que hubiera tenido antes de llegar al Dakar. Sólo estuve en el Rally de Marruecos, pero estaba a 15 minutos de los líderes en etapas de 200 km, por lo que no sabía si, en el Dakar y en 500 kilómetros, iba a quedar a media hora de ello. Estar hoy delante no estaba en ninguno de mis objetivos más optimistas. Después de los óvalos, la resistencia y, ahora, el rally-raid estoy muy contento".

Victoria de Serradori

Solo Mathew Serradori, un discreto francés al volante de un 'buggy' Century privó a Fernando Alonso hoy de darse el gustazo de ganar a los favoritos una etapa en el Dakar, donde el bicampeón del mundo de F-1 acabó segundo. El día en que Carlos Sainz (Mini) sufrió más que nunca abriendo carrera, y Al-Attiyah (Toyota) y Peterhansel (Mini) corrieron agrupados con el madrileño, Alonso y Marc Coma dieron una lección de pilotaje y navegación por las dunas, unas enormes dunas que hacen aún más grande el podio del bicampeón del F-1.

David Castera, el director del Dakar, acordó con los participantes rendir homenaje al fallecido Paulo Gonçalves suspendiendo para las motos la octava etapa de hoy. Eso hizo que el ganador en coches de la séptima etapa, Carlos Sainz, abriera carrera sin la ayuda de las huellas de las motos inician siempre cada jornada. Y eso, en el marco de unas enormes dunas de película, es una desventaja enorme.

Los tres favoritos, juntos

Los tres favoritos, juntos Así que Sainz en seguida perdió los tres minutos con Nasser Al-Atiyaah y seis con Stephan Peterhansel -en el Dakar se sale cada tres minutos- y acabaron la etapa corriendo juntos los más de 500 kilómetros que salían y llegaban a Wadi Al Dawasir . El madrileño se conformó con perder esa diferencia, y sus rivales dieron por buena la ventaja sobre 'El Matador', en una etapa en la que si vas delante y te pierdes, puedes arruinar todo el Dakar.

Así que Alonso no dudó en atacar. Al contrario de lo que se podía pensar, cuanta menos carretera y más dunas, mejor para él, cuantos más problemas de nevegación, mejor para Coma. Les metieron una minutada al 'big three', a los tres favoritos al triunfo, Sainz, Al Atiyaah y Peterhansel, y por supuesto, a sus compañeros de viaje en Toyota: Al Rajih y De Villiers.

Solo un 'buggy' de Century escapó del etapón del asturiano, el del francés Mathew Serrradori y el belga Fabian Runquin, cuyo mejor puesto había sido un cuarto este año. La pareja franco-belga ha roto la hegemonía Mini-Toyota que se ha repartido todas las victorias en las siete primeras etapas. Por su parte, 'Orly' Terranova se hizo con la tercera plaza de la especial tras superar por diez segundos a De Villiers y por casi un minuto a Yazeed Al-Rajhi.