Bajo el control, sabiduría y experiencia del excampeón del mundo de 125cc, Emilio Alzamora, manager y descubridor de Marc Márquez, bajo el paraguas del ‘team’ del millonario cervecero belga Marc Van der Straten (Marc Vds) y bajo el patrocinio principal de Estrella Galicia 0.0, el catalán Àlex Márquez ha sido esta mañana, en el viejo y recuperado circuito madrileño del Jarama, el protagonista de la magna presentación de las tres escuderías de la misma familia que participan en los tres campeonatos del mundo: Moto3, con Aaron Canet y el jovencísimo Alonso López; Moto2, con el propio Márquez y el no menos campeón Joan Mir y, en MotoGP, con Thomas Luthi y Franco Morbidelli.

Marc aprieta a su hermano

“Hasta mi hermano me aprieta para que sea mi año, para que sea campeón, pero él es el primero de sabe, que dice, que pregona y que ha vivido lo difícil que es ser campeón. ¡Claro para él es fácil decir ¡venga, este año te toca!, pero, sí, vamos a pelear a tope por ese título”, comenta el pequeño de los Márquez, que, en los primeros ensayos de pretemporada, ha demostrado, en efecto, que está podría ser su segunda gran temporada, su segundo título mundial, antes de conseguir el sueño de dar el salto a MotoGP. ¿Al lado de su hermano en el ‘team’ Repsol-Honda?, eso ya es demasiado soñar. Y especular.

No repetir los mismos errores

Márquez está muy contento de cómo han ido los entrenamientos hasta ahora y está muy satisfecho de que la moto que ha dejado libre ‘Morbi’ en su box, que ha dado el salto a la categoría ‘reina’, haya sido para Mir “pues nos entendemos a las mil maravillas, aunque esto solo acaba de empezar”. Si una cosa tiene claro Àlex es que “para ganar el título o tener posibilidades de éxito lo que hay que hacer es no fallar y, como dice mi técnico, pasar siempre bajo la bandera a cuadros, es decir, acabar, acabar y acabar. Sumar puntos, vamos. Ya no puedo repetir los errores del año pasado. No si quiero ser campeón”.