El Sebastián Moya Lorca de Mengíbar fue un territorio inconquistable para la gran mayoría de equipos que lo visitaron esta temporada. El cuadro rojillo solo perdió un partido, ante ElPozo B. Un pabellón de exigencia máxima, prueba de ello es que los dos primeros clasificados, Burela y Real Betis, solo pudieron empatar. Y es que el embrujo del pabellón mengibeño se define en una palabra: presión.

JOSÉ GARCÍA ROMÁN: "Córdoba es una ciudad impresionante y se merece un equipo en la mejor liga del mundo"

Desde horas antes del partido, la marea roja era consciente de que cualquier pinchazo le privaría del ascenso, por lo que alentaron a sus ídolos para llevarlos a una victoria que forzase el tercer partido. La llegada del autobús con los jugadores de Javi Garrido supuso uno de los puntos álgidos en la calurosa tarde vivida en Mengíbar. Minutos antes llegó la expedición del Córdoba Futsal, que decidió viajar en el mismo día de partido para darle normalidad a un encuentro excepcional como lo era la final de un play-off de ascenso a Primera División, la mejor liga del mundo. Y el autobús llegó empujado por los 150 blanquiverdes que decidieron alentar a su equipo para llevarlo a la gloria. El equipo estaba concentrado al máximo, como si no existiera el 5-1 del primer partido de la final. El sueño estaba a un triunfo.

MACA: "La segunda parte ante el Betis del segundo duelo fue un punto clave y creímos en el sueño"

Desde el pitido inicial el Sebastián Moya Lorca era una olla echando humo, a punto de estallar. La presión constante de la excelente afición del Mengíbar se contraponía con los cánticos del reducto blanquiverde, que también quiso hacerse notar.

LOLO JARQUE: "La jugada la teníamos muy ensayada, estoy muy contento por marcar el gol... sin palabras"

Más allá de sus propios intereses, durante los 40 minutos la única tensión que hubo fue la generada por el ambiente de este tipo. Más allá de eso, el fútbol sala vivió una nueva fiesta entre dos equipos andaluces con dos aficiones ejemplares, pero al final la alegría se fue para el bando visitante.

Las lágrimas de los jugadores, de Maca, de García Román, de compañeros de prensa y aficionados representaban el desahogo de tanto tiempo pensando en un sueño lejano, pero que por fin se hizo realidad.

DAVID LEAL: "Ha sido un gran duelo y dar la enhorabuena a Mengíbar, sobre todo, por este gran duelo"

El trabajo mostrado en la pista por el Córdoba Futsal recibió el reconocimiento tanto de la enorme plantilla del Mengíbar como de su afición, que les despidió con una gran ovación al igual que a los 120 aficionados cordobeses que viajaron hasta la localidad jiennense. Un ejemplo de hermanamiento que debe servir de enseñanza para todos. En definitiva, el fútbol sala volvió a superarse con otro partido y una eliminatoria que se ha escrito en las páginas de oro del fútbol sala cordobés y de este austero deporte. Esto se recordará con el paso de las generaciones venideras, porque en el momento del ascenso los jugadores del Córdoba trasladaron la fiesta iniciada sobre la pista a un vestuario que fue un hervidero de emociones, con el presidente pasado por agua y rapado. El grupo de amigos que pasó a convertirse en estrellas vivió una larga noche, una noche que supuso la guinda a una Feria de la Salud sin incidentes graves, pero con mucho calor. Las redes sociales transmitieron la sonrisa de los jugadores del Córdoba a la velocidad de la luz y toda la provincia vivió una gran noche.