El Itea Automatismos, tras un fin de semana de inactividad competitiva, retornará a la competición el próximo sábado a las 18.35 horas. Y no lo hará de cualquier forma. Los de Antonio García visitarán la pista del SIMA Peligros, tercer clasificado del grupo 5 de 2ªB con nueve puntos menos que los cordobeses. Los granates, de ganar, darían un paso de gigante en sus aspiraciones por lograr una plaza en la siguiente edición de la Copa del Rey. Solo los tres primeros clasificados tienen derecho a tal premio. También se jugarán el sábado el partido Stilo Textil-Betis B, a las 18.30 horas en Villa del Río. Para el domingo quedará el derbi Lucena-Bujalance (12.30 horas).

Uno de los tres guardametas del plantel, Agus, confía en las posibilidades de su equipo. “Después del parón, el cual nos ha servido para desconectar y volver aún más fuertes, hemos recobrado la intensidad en todos los aspectos. Somos conscientes de lo mucho que nos jugamos en esta jornada contra un gran rival como es el SIMA Peligros. Nos desplazamos a una pista en la que muy pocos equipos han sido capaces de arañar algo positivo. Los pequeños detalles decidirán el choque, aunque si desplegamos nuestra mejor versión nos traeremos los tres puntos del Guillermo Molina”, matizaba el guardameta baenense.

Según palabras del propio Agus, “la plantilla se ha repuesto de las salidas al fútbol sala italiano de Cristóbal y Gori, así como de la lesión de Antoñito. Las incorporaciones de Cordero y Kike Galán nos han dado ese plus necesario para mantener la calidad y fortaleza. Nos estamos sobreponiendo a los diferentes contratiempos surgidos, hecho que hace al bloque mucho más fuerte, sobre todo en el plano mental. Solo nos queda remar en la misma dirección para lograr los objetivos propuestos. Somos ambiciosos y queremos hacer algo grande para poder dedicárselo tanto a nuestra afición como a la ciudad de Córdoba”.

A título personal, Agus no se arrepiente de haberse embarcado allá por el mes de septiembre en un proyecto en el cual fue acogido “con los brazos abiertos. Fui uno más en esta familia llamada ITEA desde el primer día. Trabajar al lado de ellos es muy fácil. Atrás parecen ya quedar unos comienzos difíciles ya que mi incorporación llegó, prácticamente, con la pretemporada terminada. Mi tono físico no era el más adecuado, aunque conocía el trabajo técnico- táctico desarrollado al estar a las órdenes del míster la anterior campaña. Tuve que realizar una mini pretemporada al margen del grupo -enorme labor de Sportlab Center- para ponerme al nivel de mis compañeros. Nuestra portería está muy cotizada y tal esfuerzo merecía la pena”.