En junio del pasado año, los alcaldes del Valle del Guadalquivir ya se reunían con el consejero de Economía en Peñaflor y el tren de cercanías Córdoba-Sevilla ya era situado como un canal de comunicación vital para la vertebración del territorio. Ahora, en el documento presentado al consejero se vuelve a plantear esta red de cercanías entre ambas capitales para articular un movimiento de personas de forma coherente con la sostenibilidad ambiental. El tren de cercanías, la mejora de las comunicaciones por carretera y la creación de una vía verde junto al río Guadalquivir son algunas de las diversas propuestas puestas sobre la mesa. Creo recordar que esta estrategia nace de un momento de debilidad, cuando municipios citrícolas se unen para defender la naranja siempre desde la competitividad más leal.