José Antonio Ruiz Almenara, exalcalde, ha abandonado la política activa tras formalizar su renuncia al acta de concejal en el pleno celebrado el pasado 30 de julio. Con anterioridad, lo había comunicado a su grupo municipal, a la Ejecutiva provincial del PSOE y al resto de los grupos políticos de la Corporación. «Ha sido una decisión muy meditada», aseguró.

Ruiz Almenara ha estado presente en la gestión del Ayuntamiento palmeño durante 33 años. En una primera etapa, desde 1983 al 2003, y en una segunda etapa, que comenzó en el año 2007 cuando llegó a la Alcaldía, tomando el relevo de Salvador Blanco y donde ha permanecido hasta 2019. Después pasó el testigo a la actual alcaldesa, Esperanza Caro de la Barrera, que también lo ha relevado al frente de la secretaría general de la ejecutiva local socialista.

Almenara afirma que el itinerario iniciado en el 2007 al ser elegido alcalde, tenía un final marcado por tres mandatos, y subraya que «ahora es el momento idóneo, antes de las vacaciones, con un mes para preparar la sustitución, al retomar la celebración de pleno en septiembre». La siguiente en la lista con la que concurrieron los socialistas a las últimas municipales es Yovanka Reyes.

Ruiz Almenara confiesa que habló con la actual alcaldesa tras las elecciones del 2019 manifestándole que iba a estar en el Ayuntamiento «un máximo de dos años». Ahora, explica que «el equipo está bien constituido, que la alcaldesa, a pesar de este tiempo de crisis, está trabajando con mucha fuerza, con la alegría de ser alcaldesa y el sufrimiento de ver la situación», y afirma que «está todo bien, en buenas manos».

El veterano político se ha puesto a disposición de Caro de la Barrera para colaborar en las cuestiones puntuales que le requiera. En este sentido, señala que «hay un tema relacionado con la naranja y la primera edil ha contado conmigo y con mi antecesor en la Alcaldía». Se refiere a la búsqueda de soluciones para la planta de exprimido de zumo de naranja, tras anunciar Citrosuco que deja esta línea de negocio. Cabe recordar que la naranja ha sido una de las luchas de Ruiz Almenara como primer edil, quien se fue hasta Bruselas a pedir colaboración en una estrategia por la competitividad del sector.

Por cierto, que apunta que la personalidad del pueblo palmeño es como el de su naranja. Dice que «es un gran pueblo, y no por su número de habitantes, es por su gente, con carácter y fuerza, como la naranja, agria y dulce a la par, lo que la hace genuina».

Sobre su trayectoria como alcalde dice que «desde mi mentalidad municipalista, Palma es un proyecto de largo recorrido donde se tienen que tomar decisiones que afectan a todas. «Hay que aguantar las presiones mirando el interés general».