La noche del 26 de mayo, el PSOE no ocultó su alegría al entonar «socialistas, socalistas, alcaldesa, alcaldesa». Esperanza Caro de la Barrera, que sustituye a José Antonio Ruiz Almenara en la Alcaldía, declaró que «vamos a seguir trabajando mucho, seguiremos teniendo como premisa desde el pleno, el consenso, el diálogo, Palma se construye entre todos y todas».

En el Partido Popular, han pasado de 4 a 5 concejales, Antonio R. Martín declaró que «somos la primera fuerza de la oposición, no tienen mayoría absoluta y tienen que contar con nosotros para sacar adelante proyectos de ciudad, presupuestos».

Ana Ramos, IU, afirmó, por su lado que «somos la resistencia de la izquierda», apuntando que «con más abstención que en el 2015 mantenemos el grupo». Por su parte, Ramón Jubera, de Cambiemos Palma, no ocultaba un fracaso electoral, aunque precisó que es un «proyecto políticos serio, riguroso y ambicioso». Por su lado, Silvia Raso, de Ciudadanos», dijo que «tenemos un concejal que nos permite dar voz a nuestros vecinos y afianzar nuestro proyecto en Palma».

La resaca electoral vivió un antes y un después a menos de 2 días de la constitución de la nueva corporación. IU no oculta que atendieron en su sede al PP, que hizo la «proposición de votar a Ana Ramos para la Alcaldía», y dicen que «nombraron a Cambiemos Palma». Esta formación, indica que «debemos desmentir que Cambiemos Palma se haya reunido con ningún grupo político con el fin de hablar sobre alcaldías». El PP manifiesta que «jamás el sentido de esa reunión fue unirnos los cuatro partidos de la oposición para desalojar del poder a la fuerza más votada». El PSOE entiende que el PP pidió la alianza a IU en su contra.