El ministro de Agricultura, Luis Planas, visitaba el 1 de abril la central hortofrutícola Guadex y se reunía con el sector de cítricos, asociación Palmanaranja, Palmaecológica y operadores del tejido, planteando ante la competencia de producción citrícola que llega de terceros países, un principio de homogeneidad en materia de fitorsanitarios. Planas indicaba que «creo que el consumidor europeo debe saber que cuando consume un producto lo consume en las mismas condiciones, sea producido dentro de la UE o fuera».

Planas defendió que «en este momento, cuando la UE acepta el principio de equivalencia entre productos, deberíamos ser más estrictos y aplicar un principio de homogeneidad», porque el objetivo, dijo debe ser «dar transparencia, saber qué se consume de forma estricta». Reonoció que «el capítulo internacional preocupa mucho a los productores», por lo que dijo que «hay que resistir a la competencia internacional». En este sentido, subrayó que «hay países emergentes que se han despertado y empiezan a exportar productos cada vez de mayor calidad, y nosotros tenemos que estar siempre en la gama alta», porque «no podemos competir en costes salariales, lo que tenemos que hacer es apostar por calidad y en imagen», apuntando a la producción ecológica o a instrumentos como la Indicación Geográfica Protegida, IGP.

Planas recordó que la Comisión Europea ha creado un observatorio de mercado y de precios, y señalaba que «si hace falta, utilizaremos las herramientas comerciales correspondientes». Al mismo tiempo, animaba a potenciar una interprofesional fuerte y organizaciones de productores para usar todos los mecanismos que oferta la Unión Europea.

Por otro lado, el secretario general de Agricultura y Alimentación se reunía en Madrid, como representantes del sector citrícola, para examinar las 16 medidas de base que propone el Ministerio dirigidas a ajustar la oferta, mejorar la estructura y favorecer la internacionalización del sector con el objetivo de revitalizar el mercado de los cítricos y garantizar su futuro.

El conjunto de medidas sobre la mesa, tanto a corto plazo, pasan entro otras por afrontar aspectos de liquidez, a medio plaza, impulsar la organización del sector y mejorar la comercialización.

La primera medida pasa por la transformación de naranjas y pequeños frutos en zumo con destinos a entidades caritativas para la distribución gratuita, medida que finalizó el 30 de abril. También se potenciará el uso de los programas operativos elaborados por las organizaciones de productores para ajustar la oferta a la demanda, con la intención de reconvertir el sector hacia nuevas variedades con más salida comercial. Igualmente, habrá una línea de crédito de 40 millones de euros mediante la subvención del coste de los avales. También se reducirá el índice de rendimiento neto para el ejercicio fiscal del 2018, supondrá una reducción de la base imponible de hasta 50 millones para el sector. Se anunció una armonización de la evaluación temprana de los aforos de la cosecha y un plan de vigilancia de la ley de la cadena alimentaria.