Las medidas que recogen el protocolo para intentar garantizar un desarrollo seguro de la actividad en las explotaciones agrícolas, en este caso, en la campaña citrícola, pasan por cuatro principios fundamentales: seguir las medidas de prevención de manera individual, con mascarillas, distancia e higiene; que los titulares de las explotaciones limiten los contactos de turnos, grupos reducidos; limpieza y desinfección, y, en último lugar, resolver la aparición de casos de covid.

La delegada territorial de Salud, María Jesús Botella, explicó así el plan de contingencia «que tiene que tener elaborado cada titular de la empresa», subrayando que «estos principios tienen que llegar al trabajador para llevar a cabo las medidas, hay que formar e informar». La delegada, junto a la titular de Agricultura, Araceli Cabello, y la alcaldesa palmeña, se reunían con el sector citrícola, agrupado en la asociación profesional Palmanaranja, atendiendo a la preocupación del sector ante el inicio de la campaña 2020-2021. Desde Alcaldía e interprofesional se pidió a la administración autonómica este encuentro. El presidente de Palmanaranja, Antonio Carmona, afirma que «la naranja es motor económico de la comarca», subrayando que va a movilizar a miles de personas, tanto en la recolección en el campo como en los almacenes, y «lo que queremos es garantizar la salud de nuestros trabajadores y que la actividad quede garantizada al igual que hicimos cuando comenzó la pandemia, conjugando el poder servir la fruta al mercado con la salud de los trabajadores».

Cabello trasladó un mensaje de tranquilidad y sosiego, ya que «se están tomando todas las medidas para que esta nueva realidad sea lo más segura posible».