En plena celebración del Mes de la Naranja, cuando se está a la espera de que la comisión de desembalse autorice una dotación mayor de agua para el riego de los cultivos, alerta en la cuenca y para la próxima campaña agrícola, llegaron las tres borrascas que han dejado naranjas en el suelo y huertas anegadas, pero también ha dejado una subida en la cuenca.

La gente del campo sabe valorar que «ha caído dinero», «ésto es oro» y pensamos que diferencian entre las consecuencias de tres temporales seguido, incluida ríada del Genil, ante un futuro inmediato más claro para los cultivos de Palma y la Vega. Un agro que basta hacer una ruta para comprobar su riqueza en frutales, cultivos anuales y hortícolas que se traducen en empleo, mano de obra que en 3 semanas se ha quedado en casa más de un día. Ahora el Mes de la Naranja analiza el sector para mayor rentabilidad y competitividad.