En 1907 abría sus puertas el comercio de Juanito Rodríguez. En una de sus publicidades, a principios del siglo pasado, se anunciaban ofertas bajo el titular de ¡Gran Realización! La Casa de Juan Rodríguez. Tras enumerar muchos artículos, percales, mantas, colchas, calcetines, saquitos, pañería, pellizas, chales, blusitas, toquillas, bilbainas, hules y perfumería, la publicidad finalizaba indicando "Para completo de esta atracción a Dos Reales el Kilo de Arroz".

Juanito Rodríguez representa el comercio tradicional, atención personalizada durante tres generaciones. Un negocio de padres a hijos, desde Juan Rodríguez Pérez, Antonio Rodríguez García y Antonio Rodríguez Rivera, 54 años de mostrador, junto a su mujer, Manoli López Ruiz, 40 años, "toda una vida".

El comercio se ha ido adaptando a la sociedad, desde ultramarinos, textil, mobiliario, utensilios del hogar, juguetería y confección. Antonio, llamado aún por la clientela "Juanito", no olvida que fue el primer comercio de la ciudad. Cuenta como en la fachada se colocaron argollas para recibir a los hortelanos que llegaban en sus burros con serones, dice que "venían tarde, cuando terminaban la faena, se sentaban a comprar, dice que hacían grandes compras porque "venían en Navidad, Semana Santa, Feria de Agosto o Fiestas Patronales". En este orden de cosas, no olvida tampoco que se hacía caja contando monedas en cubos de cinc, "había pocos billetes".

La tienda que vió nacer la Bótica de Chacón y la Plaza de Abastos, cierra por jubilación.