El 28 de febrero del 2015 el IES Antonio Gala recibía la Medalla de la Ciudad de Palma del Río. La institución recogía la máxima distinción del Reglamento de Honores de un Ayuntamiento a punto de cumplir 50 años como referente en la educación y formación de muchos jóvenes de Palma y la comarca. Entonces, el director, Francisco Lopera, manifestó que «la evolución cultural del pueblo tiene su germen en el instituto, el centro forma parte de la formación de Palma».

Precisamente, Francisco Lopera es ejemplo de la evolución de la realidad educativa y cultural que nos posiciona en el presente y nos conduce al futuro. Es ejemplo porque Francisco pisó por primera vez el Instituto en 1969 como alumno que venía de un módelo de escuela unitaria y se incorporaba a los 4 años de Bachillerato Elemental y a los dos años de Bachiller Superior, también el año de COU. Nos cuenta que cuando ve entrar a los alumnos de 1º de ESO recuerda aquellos años, con la diferencia de que «ahora hay más información, entrábamos en fila, los niños con los niños y las niñas con las niñas, incluso en una línea imaginaria en el recreo». En 50 años han pasado tantas cosas, y el Instituto se ha adaptado a muchas transformaciones. En la historia más reciente está la desaparición de la EGB y volver a acoger a niños que necesitaron la incorporación de maestros, fue en 1996. Palma también recuerda el desdoble del centro de enseñanza con el antiguo Séneca, otra prueba pasada con nota. En el año 2005 se unifica tras las últimas obras. Se conservan dependencias de cada etapa constructiva, sin olvidar el aula que lleva el nombre de Antonio Montero Aceña.

El Instituto ha sido testigo no solo de la evolución cultural, también del crecimiento urbano. Cuando se construyó estaba fuera de Palma.

Ahora muchos palmeños hablan de «Aquellos maravillosos años» en el Instituto. Se nombran profesores que dejaron su impronta profesional y personal, cómo era el centro, sí estaban ya las casitas portátiles, cuando llegó el barrio de Goya, las fotos que se conservan...

Coincidencia, o no, el IES recibió la Medalla de la Ciudad al mismo tiempo que el sacerdote Gabriel Castilla Serrano era reconocido con el título de Hijo Adoptivo. Es el profesor que más años ha impartido clase en el centro. Entre los ordenanzas, con más años atendiendo a profesores y alumnos, encontramos a Manuel Pérez Cobos, desde 1989. Sonríe al decir que «he ido a bodas de alumnos». Nos subraya que muchos alumnos hoy día son profesores.

Es inolvidable el discurso de Antonio Gala el 6 de noviembre de 1983, tras aceptar que el Instituto Nacional de Bachillerato llevara su nombre. De la prensa local de la época, Noticiero y La Voz Palmeña, extraemos unas palabras del escritor, que disertó sobre Andalucía, dijo que: «Una cultura desarrollada de abajo arriba, como todo lo que crece, y de dentro afuera, como todo lo vivo».