Aún a riesgo de ser reiterativo ante la problemática surgida por la falta de infraestructuras congresuales en nuestra ciudad, no tengo más remedio que exponer algunas cuestiones que si no nos van a ayudar a salir del pozo en el que Córdoba como «Ciudad de Congresos» se encuentra sumergida, sí espero llegar con ellas a la conciencia de nuestros políticos y al conocimiento de la ciudadanía, para que estas notas sirvan de acicate para resolver la situación a la que nos hemos visto abocados por la inoperancia del poder político.

Durante el año 2016, España se ha situado en 5ª posición en referencia al ranking de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA). Esta posición denota un 6,8% menos de actividad congresual con respecto al año anterior, en el que se había situado en el 4º lugar. Este ranking está encabezado de nuevo por EEUU, seguido por Alemania, Reino Unido y Francia, que es el país que nos arrebata la posición.

Con respecto a la clasificación por ciudades, Barcelona y Madrid siguen en el Top Ten internacional, aunque con evoluciones distintas respecto a la clasificación del 2015. La ciudad condal continúa en la misma posición que el año anterior (3ª), mientras que Madrid ha bajado del 5º al 7º puesto.

Ciudades como Sevilla, Málaga y Granada adelantan, con bastante ventaja, a Córdoba, que siempre ha presumido de ser un referente nacional dentro del Turismo MICE, y que está situada en el puesto 373.

Estos datos, analizados de forma fría y pragmática, nos inducen a manifestar, una vez más, que la falta de infraestructuras y la ausencia de acciones de promoción y captación de congresos nacionales e internacionales nos han llevado a la precaria y angustiosa situación en la que nos encontramos actualmente.

Nuestro consejero de Turismo, en la reunión celebrada días pasados en las instalaciones de CECO, comentaba que desde su consejería no se realizarían labores de promoción y de captación de eventos hasta tener certeza de la conclusión de las obras de remodelación del Palacio de la calle Torrijos, prevista para el primer semestre de 2018. Esto implicaría que si se cumplieran los plazos determinados, y teniendo en cuenta que la captación de congresos se cierra con el ente organizador con un año como mínimo de antelación, nuestra ciudad no estaría operativa dentro del circuito de ciudades organizadoras de congresos hasta principios de 2020.

Ante esta situación y como medidas de urgencia para intentar paliar en algo el desaguisado cometido y solucionar en lo posible las consecuencias de esta surrealista situación (ausencia de infraestructuras congresuales y feriales en la ciudad), propongo como medidas prioritarias las siguientes:

--Asignar con carácter urgente una asignación presupuestaria, encaminada a la creación de un dossier informativo de las infraestructuras existentes en la ciudad capaces de albergar congresos de mediano calado: hoteles, espacios públicos, espacios universitarios, espacios empresariales, etc., con el objetivo de que se siga contando con Córdoba como ciudad organizadora de eventos.

--Puesta en valor con carácter prioritario del Córdoba Convention Bureau, para asistir tanto a ferias nacionales como internacionales del sector y a las asociaciones y colectivos nacionales e internacionales propiciando la «venta» de nuestra ciudad como ciudad de congresos.

--Recabar de todos los agentes sociales su colaboración para incidir en la agilización del final de las obras del Palacio de la calle Torrijos y la reiniciación del Centro de Convenciones del Parque Joyero.

--Aprovechar la lentitud de las obras del Palacio de Congresos, para que a través de las gestiones correspondientes, las instalaciones utilizadas como Filmoteca de Andalucía, se incorporen al uso congresual.

* Presidente de la Asociación de Empresas Organizadoras de Congresos de Córdoba