Quiero hacerles una reflexión de cara a las elecciones que, quizás, no hayan tenido en cuenta. En la circunscripción electoral de Córdoba se eligen seis diputados al congreso. Al parecer, según las últimas encuestas, por obra y gracia de la Ley D’Hont, el PSOE va a conseguir tres diputados y el PP dos diputados, mientras que el último diputado es una suerte de incógnita entre Ciudadanos, Vox y Unidas Podemos.

Estas elecciones generales vienen marcadas por varias realidades que se me antojan determinantes a la hora de depositar el voto: en primer lugar, la constatación de que los dirigentes de Podemos son burgueses con aspiraciones, jugando a seguir el manual del perfecto bolchevique. La consecuencia necesaria será un varapalo electoral antológico en parte producto de la traición a su electorado y en parte por la recuperación de la ilusión en un PSOE incatalogable.

Precisamente, no todos los votos de Podemos irán al partido socialista, pues aunque les pueda resultar extraño, habrá un considerable trasvase de votos hacia Vox. Partido que no solo recibe el voto del descontento del Partido Popular, que también, sino de la clase obrera que no le gusta que se rían de España, de los españoles y de la soberanía popular, que como saben es de todos y no solo de unos pocos, aunque el actual Gobierno mercadee con la misma.

Habrá quien achaque a la corrupción el descenso electoral del Partido Popular, pero nada más lejos de la realidad, el votante va a castigar al partido por timorato y cobarde, por alejarse de sus principios, de ahí que Ciudadanos, con su férrea defensa de la unidad española haya conseguido situarse como el partido más votado en Cataluña.

Por todas estas ideas que, atropelladamente, les he puesto sobre la mesa, me resulta bastante curiosa la demanda de voto útil que se hace desde las altas esferas políticas, donde demuestran, nuevamente, vivir alejados de la realidad y de la sociedad que pretenden dirigir.

En otra ocasión les hablaré de las elecciones locales; ya les adelanto que quién haga una lectura de los resultados nacionales en clave municipal se equivocará irremediablemente y puede encontrarse con alguna sorpresa muy desagradable. Existe un componente político indiscutible que responde al personalismo; el apoyo a los proyectos depende en gran medida de quien los lidere, y, si no, al tiempo.

* Abogado. Profesor de Derecho Administrativo de la UCO