Hay un abismo entre la Audiencia Provincial de Navarra y lo que muchas mujeres (y muchos hombres) hemos sentido al escuchar el fallo de la sentencia de La Manada. Pero, como algunos nos reprochan introducir en el debate emociones como miedo o preocupación, vayamos a los hechos. El tribunal considera probado que la víctima no dio consentimiento. El relato que aparece en la sentencia refleja cómo fue introducida en un portal de madrugada y fue rodeada por los cinco acusados en un pequeño habitáculo. Leyendo la sentencia se puede ver la cantidad de veces que se repite cómo fue la actitud de la víctima durante toda la agresión (considerada solo abuso, por el tribunal). «Sometimiento, pasividad, ojos cerrados, inclinada, agarrada...».

No debería sorprendernos el voto particular del juez Ricardo González teniendo en cuenta lo que hizo durante el interrogatorio a la víctima hace meses. Aquí la transcripción de sus preguntas y las respuestas:

-¿Qué manifestación hizo de que no quería mantener esas relaciones, cómo se lo hizo saber?

-No hablaba, estaba con los ojos cerrados y no hacía nada.

-¿Hizo algún gesto, alguna manifestación que pudiera indicar a los acusados que no quería mantener relaciones sexuales?

-No hablé, no grité, no hice nada. Que yo cerrara los ojos y no hiciera nada, ellos lo pueden interpretar como que estoy sometida o como que no.

-En cualquier caso, daño, dolor durante ese episodio ha quedado claro que no sintió usted.

-Es que no me acuerdo. Lo único que estaba con los ojos cerrados y pensando en que se acabara.

Espeluznantes las apostillas del señor juez que en su voto particular de la sentencia habla de «ambiente de jolgorio» y hasta «excitación sexual» en las expresiones de la víctima recogidas por los vídeos de los cinco animales de La Manada. Y no lo dice un periodista, un comentarista o alguien sin información. Lo dice el mismo juez que firma el mismo texto que en las mismas páginas admite, según he contado, hasta 11 tipos diferentes de agresión en forma de penetración vaginal, anal y oral. Once. Como bien dijo la fiscal de caso, Elena Sarasate: «¿Alguien cree que en ese momento si ella dice: No quiero hacer eso o No me apetece, la dejan marchar sin más?». La Fiscalía de la Comunidad Foral de Navarra ha anunciado que va a recurrir el fallo que condena a 9 años de cárcel por abusos y no por violación. Quedamos en manos del TSJ de Navarra. Todas escucharemos con atención su fallo. Para que nos expliquen qué debemos hacer si somos violadas. Si para que nos crean debemos, como pide el magistrado, mirar a la cámara y vomitar el dolor de 11 penetraciones durante una violación en grupo.

* Periodista