Organizado por Asfaco con la colaboración de la Fundación CajaSol en foro abierto hemos oído a ejecutivos, expertos en el mundo financiero y en mercados bursátiles, que se debe regresar a la cultura de «los fundamentales». Tal defensa me ha hecho reflexionar sobre la naturaleza de esos fundamentales en escenarios de crisis concatenadas.

Ya, en 2019, se nos ha olvidado la crisis en la eurozona ( 2015) y cómo los Estados miembros previniendo el colapso de la Unión Monetaria, ocasionado por Grecia, actuaron. Incluso antes (2011-2014), los casos de España y Portugal condujeron, de facto, a gobiernos formales de unidad nacional y en Italia (2011-2013) a la designación de un gobierno tecnocrático.

Todo este caos encadenado nos llevó a que en el Consejo de Europa, jefes de Estado y de Gobierno del club del euro se vieran obligados a manejar los asuntos comunes de la eurozona.

Por tanto, eso que se llaman «los fundamentales» se mueve siempre en escenarios de crisis con unos Estados cada día más endeudados.

Es primordial saber que el Consejo de Europa es una organización de gobiernos nacionales, que deciden políticamente y legislan. Véase, si no, cómo se llegó al pacto de la salida de Inglaterra y cómo se está gestionando la crisis con Terese May.

Para invertir en euros es esencial el conocimiento de la naturaleza del Consejo de Europa, esa especie de cónclave que, a modo de soberanos medievales, unen sus esfuerzos para resolver conflictos que en el pasado los deshuesaban mutuamente. Y lo hace de tal modo que los sentimientos molestos del pueblo no forman parte de esta negociación porque el Consejo de Europa es Institución de instituciones.

En ese escenario de crisis, encadenadas y olvidadas, fue el Consejo de Europa junto al Banco Central Europeo quienes suspendieron las reglas de la Unión Monetaria en orden a preservarlas a largo plazo.

Los señores Matei y Lacalle lo dijeron de otro modo afirmando que el Banco Central había inyectado ingentes sumas de dinero, pieza fundamental de los «fundamentales».

Por eso es esencial comprender la necesidad de la presencia del Estado en una economía capitalista como promesa esencial para limitar la democracia de masas a fin de que el orden funcione.

Es nuclear para los inversores que el euro exista y esa existencia se logra con una Europa Unida, cuya soberanía es tanto la de gobiernos democráticos federados como centralizados a través del Consejo Ejecutivo, representante del poder concentrado de la Unión Europea.

Al inversor a largo plazo le interesa saber si los estados miembros de la eurozona van a ir por libre o son, en verdad, Estados ejecutivos que tienen un lazo supranacional o si, como Italia, quieren ir por libre no sólo en política fiscal. Es crucial saber cuándo los Parlamentos nacionales en verdad defienden la idea de Europa y legislan en ese sentido.

Todo inversor debe entender lo fundamental que es saber si un gobierno propone un presupuesto que se desvía de las reglas fiscales europeas, como hizo el de Italia, y si se inmiscuye en cuestiones internas de otro Estado, como Italia acaba de hacer respecto de los chalecos amarillos en Francia. Al que invierte en valores bursátiles en la zona euro le es fundamental conocer si sostener la unión monetaria va a necesitar más solidaridad que la inicialmente practicada en el caso de Grecia, porque de no existir no se asegurará la competitividad en el mercado europeo.

La fortaleza de esa costura depende de unas puntadas todavía muy débiles. Todos debemos aceptar que el que Grecia se mantenga como miembro de la Unión Monetaria ha sido el triunfo de esa solidaridad interestatal. Seamos conscientes, sobre todo los políticos, que ya no es posible definir muchas situaciones solamente en términos nacionales.

Para todo inversor es esencial que se respete la ley de la propiedad privada y que los contratos trascienden los sistemas legales nacionales y que la moneda mundial, € y $ (euro y dólar), trasciende las monedas nacionales. Quizás estas líneas ayuden a entender lo que significa volver a «los fundamentales».

* Catedrático Emérito de la UCO