Hoy se celebra el Dia Internacional contra la violencia de género, que ha segado la vida de 917 mujeres en los últimos catorce años en España. Estremecen las cifras, pero aún sobrecoge más el problema en sí. «Queremos inundar los blogs de textos contra la doble discriminación: por el hecho de ser mujer y por el de haber pasado por un problema de salud mental», es la consigna para esta jornada. Se busca una concienciación colectiva, para enfrentarse con audacia a esta lacra terrible. Los porcentajes son inapelables: «Tres de cada cuatro mujeres con un problema de salud mental grave han sufrido violencia en el ámbito familiar o de pareja. Y mas del 40% de las mujeres que sufren violencias en la pareja actualmente no lo identifican como tal». La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Monserrat, ha destacado el descenso en el número de mujeres asesinadas en lo que va de año, siguiendo la tendencia decreciente que comenzó hace tres años, y ha subrayado la importancia del acuerdo alcanzado por todos los grupos parlamentarios en el Congreso, poniendo «la primera piedra» de lo que será el pacto de Estado para erradicar la violencia de género. La titular de Sanidad ha abogado por afrontar esta «batalla» en red, desde la cooperación, la colaboración y la coordinación entre todas las instituciones, los ministerios, las asociaciones y la sociedad civil. La directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha insistido en la ugencia de

«sacar a la luz un problema social, en el que primaba la impunidad absoluta, la imposibilidad de las mujeres de denunciar estas situaciones y la ausencia de medidas de protección específica». Considera preocupante el número elevado de archivo de causas en la justicia, lo que supone que «muchas mujeres buscan una solución a su situación en los tribunales, pero no la encuentran, sino que se meten en un laberinto judicial que les complica enormemente la vida». Hoy es un buen día para escuchar el clamor de tantas mujeres que han reaccionado ante su situación: «Mi vida era muy triste, pero me armé de valor y recuperé mi amor propio, mi dignidad».

* Sacerdote y periodista