La última violación acontecida en Bilbao por un grupo de seis magrebíes ha sido la gota que colma el vaso. Violaciones esparcidas por toda la geografía española cuyos autores son en su mayoría extranjeros y nacionalizados. ¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Esto es solo la punta del iceberg. Un dato llama la atención, y es que todas las instituciones públicas y privadas dedicadas a estos asuntos son unánimes: los delitos sexuales cometidos por extranjeros se incrementan mes a mes. Mucho me temo que vivimos en una sociedad más preocupada de que la llamen xenófoba que centrada en resolver el problema.